Leo que en Malasia (30 millones de seres, índice de desarrollo humano muy alto) casi un 90% de las niñas de familia musulmana (cerca del 70%) sufre una forma legal de ablación del clítoris. Así que, por si alguien tuviera dudas, este es el asunto, y la llamada guerra de civilizaciones, o guerra religiosa, o guerra por el petróleo, es sobre todo una guerra sobre el control de la sexualidad de las hembras, entre quienes quieren mantener ese control y quienes defienden que desaparezca. Así que, amigos, amigas, este es el conflicto en el que hay que alistarse o no, estar de un lado o estar de otro, una guerra mundial subterránea en toda regla, que aún durará, pongamos, un par de siglos, y es la más decisiva que ha tenido la humanidad desde que el ser humano existe. Y que, nadie se engañe, se dirime, en versión más clemente, en el portal de cada casa, y hasta en cada casa.