¿Te has parado a pensar alguna vez cómo se comporta un boomerang? Lo lanzas y siempre vuelve. Pues justo eso ocurre con tus acciones por pequeñas o grandes que sean. No importa si son buenas o malas, porque desde el momento en que las lances, tarde o temprano vendrán de vuelta. Nada ocurre porque sí.

La gran mayoría de las cosas que nos pasan están sujetas a una acción previa, y si no te gusta lo que viene de vuelta deberías revisar lo que estás enviando. Tu vida es un reflejo de tus acciones y, por tanto, debes usar la ley para atraer lo que quieres, no para lo contrario. Si quieres más amor en tu vida, crea más amor a tu alrededor. Si deseas felicidad, reparte felicidad a los que te rodean. Si quieres que te traten con respeto y educación, trata a los demás como quieres que lo hagan contigo. Si quieres recibir una sonrisa, sonríe a diario, pero si siembras chismorreo y odio no esperes otra cosa porque recibirás de eso mismo. No siempre conseguirás contagiar a tu entorno, pero si aumentarás la probabilidad de conseguirlo.

A veces nos centramos solo en los pensamientos y olvidamos que pequeñas semillas llamadas acciones (que todos plantamos a diario), son la causa principal por la que se crea nuestra realidad. Cosecharemos lo que sembremos, pero antes de cosechar tendremos que sembrar. Uno cosecha de aquello que siembra y en más cantidad. Por lo tanto, lo realmente importante es vigilar lo que uno siembra.

Para tener éxito con la ley de atracción tienes que recordar que atraes todo aquello a lo que dedicas tu atención y energía, y que las acciones de tu día a día constituyen una parte importante de ese proceso.

Muchas veces caemos en el error de tomar la crítica como vicio, sin darnos cuenta el daño que podemos ocasionar. Criticar de día y de noche y sin aportar ningún tipo de solución. Y es que criticar es de lo más sencillo, pero ¿quién crea? ¿Quién une? ¿Quién construye? A veces, si lo que vas a decir no es mas bonito que el silencio, es preferible que elijas no decir nada.

1.- Practica la indiferencia: Sé que no es sencillo, pero es lo más productivo para tu estabilidad emocional. Esa persona que te critica rozando la humillación, que te ridiculiza, que no sale en tu defensa cuando alguien habla mal de ti, que no cree en lo que dices y en lo que haces y que siembra cizaña ¿Crees que haría algo bueno por ti? Ese tipo de persona no se merece ni una pizca de tu energía, ni de tu tiempo, ni de tus pensamientos.

2.- Deja de preocuparte por la crítica y no te desvíes de tu camino. El éxito y la crítica no pueden vivir el uno sin la otra. La persona más criticada es aquella que destaca y crece. Si avanzas, muchos te criticarán. Es el precio a pagar.

3.- Las críticas externas inevitablemente llegarán, pero si entrenamos en fortaleza mental, no harán mella en la percepción que tenemos sobre nosotros mismos, es decir, sobre nuestra autoestima.

4.- Cuando abres la boca para definir el mundo, te defines a ti en relación con el mundo. Defines lo que ves desde donde estás. Que Pepe hable de Paco, dice más de Pepe que de Paco. Cuidado con lo que hablas.

5.- La higiene mental que supone pensar sólo lo mejor, esperar sólo lo mejor y desear sólo lo mejor, compensa se mire como se mire. Vigilar lo que se dice y pensar antes de hablar, afecta positivamente a tu salud mental.

6.- No olvides que una crítica constructiva siempre va acompañada de una posible alternativa o solución. Criticar por criticar es una crítica destructiva y sin sentido.

Siembra lo que mejor hay en ti y recuerda, el que critica a otro en tu presencia, puede que te critique a ti cuando no estás presente.

www.tamaradelarosapsicologa.es