La que ha liado el Ayuntamiento de los Realejos porque el Cabildo no ha autorizado que la procesión de La Cruz vaya por la TF-324, entre el municipio y La Orotava. Más allá del calentón del alcalde, Manuel Domínguez, a ver carajo, si hay un informe técnico que desaconseja que la procesión pase por esa vía, que soporta el paso diario de 10.000 vehículos, como gestor, ¿iría usted contra un informe técnico?

Están las cosas como para eso. A ver si entendemos de una vez que saltarse los informes de los técnicos ya ha costado disgustos graves a más de uno. Desde hace años, el área de Carreteras ha trabajado con los ayuntamientos para coordinar los eventos en vías insulares y garantizar las condiciones de seguridad vial. Ya en 2017 se dio permiso para la celebración de la procesión, condicionado a que para las próximas ediciones se realizara en vías municipales. Por tanto, esta situación era bien conocida por el ayuntamiento.

En esa carretera hubo accidentes y fueron los propios vecinos los que pidieron al ayuntamiento más seguridad. ¿Entonces qué? Los resultados electorales del PP (malos como carne de pescuezo) han puesto nervioso a más de uno. Estos temas no deben usarse para enfrentar y poner en pie de guerra a la gente. Porque al final, los informes técnicos deben respetarse. Gobierne quien gobierne. Si no, ya saben lo que puede pasar?