Ayer, con el apoyo de una llamativa parte del Ejército, el presidente la Asamblea Nacional Venezolana, Juan Guaidó, liberaba de su arresto domiciliario al opositor a Maduro Leopoldo López. Tras él, se espera que comiencen una serie de liberaciones tanto de civiles arrestados como presos políticos y de militares encerrados por lo mismo. Guaidó, que permanecía ayer con Leopoldo Pérez, ha hecho un llamamiento para que se ocupen las calles y se produzca una transición del régimen de Chávez, ahora ostentado por el siniestro Nicolás Maduro. El gran apoyo del dictador eran las fuerzas armadas, que parece que se empiezan a decantar por Guaidó, presidente reconocido por los países más destacados del primer mundo, una buena parte de ellos europeos, junto a la primera potencia mundial que son los Estados Unidos. Maduro morirá matando, y si por la parte de la Asamblea Nacional se ha pedido que se tomen las calles pacíficamente, el temor es que se produzca un baño de sangre, tal y como aún se intuye la división de la población.

El hecho de la liberación, junto al Ejército, de Leopoldo López, cuyo padre vive en Tenerife desde hace ya bastantes años, implica que Guaidó sabe más de lo que cuenta y no ha actuado llevado por un arrebato. A partir de hoy, y si esto no es un farol, la tiranía de maduro puede estar empezando a ver su final. Venezuela está hundida económicamente, sanitariamente, moralmente?, y eso que tardará décadas en tornarse, puede estar teniendo su principio en estos días. Hoy todo es una incógnita y quedan días de incertidumbre y miedo.

@JC_Alberto