La policía ha pillado en los últimos meses medio centenar de posesiones que los narcos tenían en Canarias. Casas, embarcaciones, vehículos y joyas que luego el Estado vende o subasta. Canarias es la cuarta comunidad que más posesiones de narcos ha aportado a España. La cercanía de Marruecos, uno de los países a la cabeza mundial en producción y tráfico de hachís, y que las mafias han convertido África Occidental en su gran centro de operaciones, tiene mucho que ver con esto. Mucha mandanga pasa por aquí. Y mucha se consume…

El narcotráfico ya no es lo habitual, o sea, países productores, de tránsito y consumidores. Los cárteles han diversificado su negocio: tráfico de órganos, armas, trata de personas, secuestros y extorsiones. Utilizan la violencia extrema. Lo controlan todo, lo pudren todo, infiltrando prácticas corruptas en instituciones y personas. Si no que pregunten en Sudamérica a países que llevan años enfrentados a organizaciones con más medios que los propios Estados.

Y Europa no puede eludir su responsabilidad. Los países europeos son el segundo mercado para la cocaína procedente de Latinoamérica que llega a través de África occidental, pasando infinidad de veces por nuestras Canarias. Reconocer que la guerra contra las drogas no puede ser ganada con la estrategia actual sería bueno. Es el punto de partida para evitar el fracaso.