No es bueno. Pienso en otros momentos de la historia de este país que prefiero no recordar. En esta campaña electoral se observan acosos y agresiones a políticos que pretenden expresar sus ideas. Sean de la ideología que sean. Policía cargando contra radicales que pretenden reventar actos electorales, repito, sean de la ideología que sean. Supuestamente vivimos en una democracia que nos costó sangre, sudor y lágrimas conseguir.

Y que no me digan que los partidos políticos no tienen nada que ver en esto. El que más y el que menos está alimentando una agresividad ramplona y de fullería. Peligrosa donde las haya. He visto jóvenes encapuchados llenos de una ira inexplicable atacando a policías y a políticos. ¿Realmente es necesario? ¿Es la expresión de una sociedad supuestamente desarrollada y educada, de la que presumimos? ¿Somos hombres y mujeres del siglo XXI, o tal vez alguna subespecie del homo erectus que no ha evolucionado aún?

Un poquito de sentido común, por favor, que hasta el 26 de mayo no podemos convertir esto en un vía crucis. Que estamos en Semana Santa, pero no tenemos que sacar de procesión a todo el mundo. Que cada partido se exprese, que cuente su programa electoral, y que luego cada cual decida en conciencia y vote como le dé la gana. Lo demás es basura pura. En este país ya hemos vivido demasiada miseria. No hace falta más ¿verdad?