Una vez que se ha decidido reformar la vivienda, desde la inmobiliaria Fotocasa, una de las más importantes del sector, recomiendan tener en cuenta una serie de pasos a seguir que ayudarán a evitar cualquier imprevisto.

En primer lugar, se aconseja hacer un listado con las necesidades de los inquilinos de la casa. "Normalmente -señalan- se opta por una reforma integral en baños y cocinas, ya que o están desactualizados o las instalaciones son deficientes, etc. Sin embargo, no siempre se piensa en cuáles son las necesidades de aquellos que habitan la vivienda. Por eso, antes de contactar con nadie, hay que tener claras cuáles son esas necesidades y anotarlas. El arquitecto o el decorador elegido para llevar a cabo la reforma será quien se encargue de encontrar la solución al problema".

A continuación hay que hacer cuentas para ver el coste de la actuación. La citada inmobiliaria recomienda "utilizar un calculador de reformas gratuito con el que saber al momento el precio. Se trata de una forma muy precisa de determinar el precio de las obras, ideal, sobre todo, para las reformas integrales. Contactar con profesionales cuando todavía no se sabe si el presupuesto va a dar para todas las obras es bastante pesado", apostilla.

El tercer paso sería precisamente ese, buscar un profesional que se encargue de los trabajos que se pretende llevar a cabo. En este caso, "el boca-oreja sigue siendo un buen método a la hora de buscar un profesional, pero también lo es el uso de webs como Plan Reforma. Lo importante en este punto -apuntan- es contactar al menos con tres profesionales, para así tener varios presupuestos que comparar y luego poder escoger el que más se ajuste a los requerimientos de cada uno".

El siguiente consejo es elegir la calidad de las obras que se van a efectuar, pues antes de pedir presupuesto hay que tener claro qué acabados se quieren: tipos de suelos, griferías, muebles de cocina, electrodomésticos? Si se va a contratar a un arquitecto o interiorista, él podrá aconsejar en la elección de materiales para ajustarlo al presupuesto fijado. También se puede encontrar ayuda en los propios calculadores de reformas".

Teniendo claras las calidades y con varios presupuestos en las manos, llega el momento de compararlos. Desde Fotocasa recomiendan que "todos los profesionales presupuesten lo mismo, ya que si cada uno pone lo que quiere, será muy difícil comparar. Por eso también es importante tener claras las necesidades y las calidades que se quieren antes de solicitarlos".

Con estas dos cuestiones claras, calidades y presupuestos, llega el momento de elegir quién va a llevar a cabo la reforma. Para ello, la recomendación es "quedarse con aquel que mejores sensaciones cause. La reforma de una vivienda es un proceso complejo que puede ser entrañable si va de la mano de alguien que guste, no solo a nivel profesional, sino también a nivel personal".

Alcanzado este punto es muy importante firmar el contrato de obra. Según Fotocasa, "muy pocos son los que se deciden a redactar un contrato de obra y, sin embargo, es altamente recomendable para poder minimizar las discusiones o malentendidos que puedan surgir durante las obras y que se pueden traducir en extras de obra. Saber qué contiene el presupuesto de reforma es imprescindible, sobre todo en la rehabilitación de casas antiguas, donde la aparición de extras es mucho más habitual debido a los vicios ocultos".

Es básico también conocer los permisos que se necesitan para ejecutar los trabajos previstos. "La mayor parte de las obras precisan de permisos muy sencillos de tramitar y un arquitecto o decorador puede gestionar todas las licencias necesarias. Si se hacen obras por cuenta propia, solo hay que ir al ayuntamiento y preguntar. Las licencias no son ni muy caras, ni muy complejas y, en cambio, tener los permisos colgados en la puerta es una forma rápida de acallar las posibles quejas de los vecinos".

Igualmente, no hay que tener miedo a proponer cambios durante la reforma si el resultado no es el esperado o no convence. "A veces pasa que, pese a haber planificado y estudiado bien el proyecto, una vez empezado a construir, no gusta. Aunque a los profesionales no les gustan los cambios repentinos, es preferible decirlo antes que arrepentirse el resto de la vida. Eso sí, se tendrán que asumir las consecuencias económicas y/o técnicas que estos cambios representen".

Y, por último, tener paciencia. Es muy importante. "No se puede hacer todo corriendo ya que planificar bien el proyecto, las calidades y todo lo demás, requiere tiempo. También se debe ser paciente cuando aparezcan imprevistos, sobre todo cuanto más antiguo sea el piso. Muchos de esos extras son difíciles de prever al principio, pero un buen profesional dará con la solución adecuada".