Carla Suárez eligió 2020 como el año de su despedida, pero primero la pandemia y después un maldito linfoma de Hodgkin se lo impidieron. Por suerte se recuperó y finalmente 2021 será su último año en activo con el premio de participar en los Juegos Olímpicos“Es una buena despedida poder disputarlos”, asegura la tenista canaria.

Los tenistas viven los Juegos Olímpicos de manera especial aunque muchas veces, como es el caso, varios deben renunciar a ellos debido al apretado calendario: “Estamos acostumbrados a competir de manera individual, en este sentido es diferente porque vas como España, si ganas es una medalla que gana España, son especiales un poco por eso”, comenta la canaria.

Carla reconoce que en unos Juegos, deportistas como los tenistas que tienen mucha visibilidad durante el año, son muy protagonistas: “España ha tenido siempre muchísimos deportistas que rinden muy bien alrededor del mundo pero cuando vas a unos Juegos con Rafa Nadal o Garbiñe Muguruza la gente está mucho más pendiente del equipo español de tenis. Todos quieren hacerse fotos con ellos ya no solo los españoles sino también los otros internacionales”.

La Carla más realista

Asegura la tenista canaria que llega a Tokio “con ilusión y queriendo disfrutar cada momento. Serán especiales por por todo lo que he pasado, porque voy a jugar con Garbiñe por última vez, porque al final unos Juegos Olímpicos siempre son especiales por la magnitud que tienen, pero sobre todo porque ahora si que sí van a ser los últimos”, reflexiona. 

Con todo, su objetivo lo tiene claro: “A los Juegos Olímpicos hay gente que va ganar y gente que va a participar. Mi caso este año será el segundo. En cada partido voy a ir al cien por cien pero soy consciente de la realidad, de cómo estoy físicamente y de cómo está mi cuerpo después de lo que he pasado”, recuerda.

Aún así, en un torneo de tenis puede pasar cualquier cosa: “Es cierto, pero es un torneo de cuadro grande donde hay que ganar mínimo cinco partidos para estar en las rondas finales… participar para mí es un logro pero eso no quita que voy a ir al cien por cien en cada partido”.

La ayuda de Garbiñe

Jugar el doble con Garbiñe es un aliciente para Carla: “Me puede ayudar, pero no hemos podido jugar ningún torneo antes juntas. Lo bueno es que nos conocemos muy bien tanto dentro como fuera y prácticamente podemos jugar de memoria, pero nos falta ese rodaje”.

Pese a las buenas sensaciones en Roland Garros y Wimbledon no se plantea seguir un año más: “No. La decisión está tomada, aunque es verdad que si voy a los torneos es porque realmente me siento preparada para competir contra las mejores”. Soñó con una medalla en Río, donde estuvo cerca, pero ahora lo ve improbable: “Claro que sería algo increíble pero en esta edición estamos lejos y hay que ser realista. Yo estando en Tokio ya estoy contenta e intentaré disfrutar y ganar un partido con Garbiñe… me iré satisfecha dando el 100%”.