Viven momentos completamente diferentes en sus vidas deportivas. Maica García, toda una veterana que disputará en Japón sus terceros Juegos Olímpicos; Bernat Sanahuja, diez años más joven, debutará en una cita olímpica. Experiencia frente a expectación pero ambos waterpolistas con una gran ilusión por estar en Tokio. 

“Son los Juegos más esperados. Tras tanto tiempo clasificadas se ha hecho muy largo. Además, iniciamos el 2020 ganando el oro europeo y parecía que todo apuntaba muy bien ese año. Aplazar esos juegos nos pasó factura pero lo asumimos. Ahora tenemos muchas ganas de que llegue el momento”, explica Maica. 

La boya del CN Sabadell confiesa que llega a Tokio “con otra madurez, con otra experiencia pero lo que más me duele es saber que no serán unos Juegos normales como ya he vivido antes, aunque lo vivo con muchísimas ganas, con mucha ilusión, como si fueran los primeros otra vez”, sentencia.

La perspectiva de Bernat es muy diferente: “Yo esperaba vivir lo que son unos Juegos y será difícil. Desde pequeño mi sueño es ir a unas olimpiadas y poder estar en una Villa Olímpica con gente importante de otros deportes. Será una experiencia única, pero diferente”.

Con los años va cambiando el rol dentro del equipo, del ‘novatillo’ que será Sanahuja, a la veterana Maica median diez años y tres Juegos. La de Sabadell reconoce que tras tantos años en primera línea hay momentos de dudas: “Desde los 14 años que llevo en división de honor más en la selección desde los 16, son muchos años. Es más de media vida y se nota, pero mientras mi motivación y mi pasión por el deporte continúe latente seguiré jugando y rindiendo a mi máximo nivel y ojalá todavía quede Maica para muchos años”.

Cambio de equipo

Bernat fichó el año pasado por el CN Sabadell procedente del CN Terrassa y en su club actual a dispuesto de muchos más minutos, lo que le ha ayudado “a demostrar que puedo estar ahí”.

Y este ‘ahí’ son unos Juegos que se imagina “muy diferentes en todo. Ya el desfile previo será un poco más seco, pero a nivel de tecnología, Japón seguro que hará cosas que no se espera nadie”.

Su compañera le explica que lo más difícil de gestionar en unos Juegos “son los nervios, saber que estás en unos Juegos, lo quieres vivir todo al cien por cien y al final tienes mucho nervio dentro. Sabes que eres un elegido, no sabes si volverás a estar en otros así que hay muchos nervios y tensión”.

En ambos casos el objetivo es el mismo: el oro. Las chicas parten entre las favoritas: “Vamos con todas las ganas y nos vamos a dejar todo en el agua. El oro es lo que nos falta en el medallero y lo que más deseamos. Todo pasará principalmente porque Estados Unidos no lo gane”, explica la vallesana.

Bernat buscará lo mismo en Tokio: “Los últimos años hemos estado en los podios y luchando contra las grandes potencias. Eso tiene que servir como un refuerzo extra. El oro es el objetivo, llevamos tres finales, tres platas y toca ya el oro”.