"Los ensayos", el otro "Juego del calamar"

Nathan Fielder está empeñado en reducir la siniestralidad aérea en la segunda temporada de Los ensayos.

Nathan Fielder está empeñado en reducir la siniestralidad aérea en la segunda temporada de Los ensayos. / Información

José Antonio Martínez Perallón

Cuando Netflix ha estrenado la tercera temporada de "El Juego del calamar", HBO Max acaba de terminar la segunda entrega de otra serie que aborda el fenómeno de los realities desde una perspectiva muy diferente. "Los ensayos" es el excéntrico título con el que el cómico Nathan Fielder nos sorprendió en HBO en una primera temporada emitida en 2022. No esperábamos que fuera a tener una continuación, pero contra todo pronóstico la segunda entrega, que acabó hace un par de semanas, nos ha devuelto esa fascinante exploración de los límites entre realidad y ficción, donde uno llega a dudar de si se encuentra ante una genialidad o ante una tomadura de pelo. El formato de "reality show" le permite jugar con el hecho de que el espectador tampoco tiene claro hasta dónde llega la realidad y hasta dónde la ficción.

En la primera temporada, Fielder ofrecía a los invitados que acudían a su plató la oportunidad de ensayar los acontecimientos más importantes de su vida. Prepararse para determinados momentos en condiciones de laboratorio para que todo salga como tiene que salir. Pedir matrimonio a la novia, salir del armario ante la familia... Con la posibilidad ir hacia adelante y hacia atrás para ir probando la estrategia de ensayo y error. La enfermiza fijación de dejarse cubiertas todas las alternativas y no dejar cabos sueltos tejía una intrincada tela de araña que llegaba al delirio, provocando situaciones absurdas. Si la primera temporada nos acababa embarcando en la locura de ensayar en el plató la paternidad, en esta segunda entrega Fielder tiene una particular teoría sobre cómo podrían reducirse los accidentes aéreos y explorarla para salvar vidas. Todo lo contrario que la serie coreana de la competencia, donde la supervivencia y el sálvese quien pueda es el leitmotiv de buena parte de los personajes. La vida (aunque un poco irreal) de Los ensayos, frente a la muerte de El juego del calamar. Seguramente tiene un ritmo menos trepidante, pero puede llegar a ser un experimento emocional que deja huella.

En la nueva temporada de Los ensayos, Fielder tiene la teoría de que detrás de muchos de estos accidentes aéreos está la falta de comunicación entre el piloto y su copiloto. En buena parte de ellos, el segundo se ha dado cuenta de que su superior ha cometido un error, pero no se atreve a llevarle la contraria. Esto que puede parecer una teoría extravagante resulta que tiene su base real y hay numerosas investigaciones de aerolíneas norteamericanas que apuntan a esa falta de comunicación como causa del accidente. Falta de asertividad, diferencias idiomáticas... el que pudo haber avisado, no lo hizo y eso ha traído trágicas consecuencias.

Por el plató de Fielder pasan pilotos y copilotos para recrear cómo interaccionan entre ellos. Si la falta de comunicación es algo que se produce solo en el vuelo o se tratan de manera diferente en otras situaciones de la vida real. Hasta llega a montar un programa tipo La Voz con un piloto entre los miembros del jurado a fin de seguir profundizando en ese estudio psicológico. Puede que Fielder use en todo momento un tono serio, pero perfectamente puede ser su pose cómica. ¿Hay algún punto de ironía cuando nos está diciendo que al trabajar para HBO cuenta con un presupuesto ilimitado para llevar a cabo sus experimentos sociológicos? Puede que en Juego de Tronos o Netflix con El Juego del Calamar lo tenga, pero ¿se aplica esto a Los Ensayos? De paso le sirve para lanzar el mensaje de lo difícil que es conseguir que alguien se tome en serio al cómico cuando dice cosas series.

A lo largo de estos episodios, Fielder mete muchas referencias biográficas en la trama. Desde su relación con su perro hasta sus propias inseguridades. Todo parece ser material para su peculiar laboratorio sociológico. Esta temporada explora cómo sus métodos, aparentemente dirigidos a terceros, acaban reflejándose en él mismo, creando un espejo distorsionado donde su propia vida se somete al mismo escrutinio y 'ensayo' que la de sus participantes. La línea entre el Nathan Fielder real y el personaje que interpreta se vuelve más fina que nunca, dejando al espectador con la duda constante de la autenticidad de sus reacciones y decisiones. Incluso el rodaje de la serie The Curse que hizo con Emma Stone para una plataforma de la competencia (SkyShowtime) entre la primera y la segunda temporada de Los Ensayos es parte de la trama. Creo que el objetivo ha sido aumentar la experiencia inmersiva en este original ejercicio de metarrealidad. Sobre todo en el delirante último episodio donde esa deliberada confusión entre realidad y ficción ayuda a que la serie pueda terminar por todo lo alto. Aunque no tenga unas audiencias masivas como El juego del calamar, el listón ha quedado de tal manera que a nadie le sorprendería que de aquí a un tiempo tengamos a Fielder explorando nuevas facetas de la vida.

Tracking Pixel Contents