Juan Echanove vuelve a la comisaría para ponerse en la piel del inspector jefe Santiago Abad, el líder de los policías de 'Desaparecidos'. Telecinco estrena este miércoles 15 de marzo (23.00 horas) la segunda temporada de la serie "basada en casos reales, aunque guionizados", puntualiza el actor, sobre personas a las que se les ha perdido el rastro.

Su personaje acabó la primera temporada más tranquilo, con la reconciliación con su hijo. ¿Le va a dar ahora más sustos?

De la primera a la segunda temporada hay un salto de tiempo muy grande, en el que la vida les ha llevado a todos por muchos derroteros. Esa estela que deja la primera temporada de que el peligro más grande está personalizado en la vida de su propio hijo, a Santiago Abad le conectaba más con la humanidad no solo con su personaje, sino con la del resto de personas que le rodean. La segunda y la tercera temporada [que ya está disponible en Amazon Prime] son dos ejemplos de cómo evoluciona por ahí, por el rasgo de humanidad del personaje.

La serie trata un tema peliagudo, ya que en España hay más casos de desapariciones de lo que podríamos pensar.

Cuando escuchas las cifras impresionan. Hay como unas 6.000 personas que desaparecen, y dentro de ellas hay 1.000 al año con casos muy difíciles de solucionarse positivamente. Pero los casos no se cierran hasta que no se acaba con la desaparición, ya sea de una manera feliz o dramática. Siempre se sigue buscando.

Trabajaron con una asociación de personas desaparecidas.

Con SOS Desaparecidos. Hay más asociaciones, pero creo que esta canaliza toda la intervención civil, que es tan necesaria para la policía a la hora de solucionar estos casos. Hemos estado muy bien asesorados por Joaquín Amills y Patricia Cabrera, que son las dos personas que dirigen esta asociación que tiene un tejido a través del cual se puede intentar brindar datos a la policía.

Como todo serie policiaca, hay escenas de acción, pero sobre todo hay mucha carga a nivel emocional.

Las desapariciones se tienen que resolver de una manera muy artesanal. Para encontrar a alguien no necesitas 400 brigadas de policías y helicópteros, sino que lo que tienes que hacer es ponerte en la situación de las personas que han vivido toda esa situación: las víctimas, el grupo de la Policía Nacional que se encarga de buscar a esa gente... Son agentes de un altísimo nivel que tienen unos resultados espectaculares, reconocidos por todas las policías del mundo.

¿También les han asesorado?

Claro. De la misma manera que nos asesoramos mucho con la asociación SOS Desaparecidos, también la asesoría de la Policía Nacional era fundamental. Lo bonito que tiene la serie es que tú ves realmente como se busca a la gente. En casi todas las producciones que salen cuerpos policiales se preocupan mucho del asesoramiento para que no se vean cosas extravagantes, sino que se sea como trabaja nuestra policía.

¿Son casos reales?

Nada de lo que mostramos en 'Desaparecidos' es fruto de la imaginación. Todos se basan en hechos reales que luego están guionizados para hacerlos más comprensibles, pero siempre dentro de las coordenadas de la realidad.

Lleva más de 45 años en la profesión. ¿Un actor nunca se jubila?

No, un actor nunca se jubila, le jubilan. Es una cosa que te puede pasar con 30 años, con 60 o con 90 años. Sufres vaivenes y mutaciones, pero creo que el tiempo corre a favor, porque cuanto mayor te haces mejores son las interpretaciones.

"Un actor nunca se jubila, le jubilan"

Usted no ha dejado de experimentar. Ahora ha debutado como director de zarzuela.

El Teatro de la Zarzuela de Madrid me ofreció la posibilidad de hacer un montaje para esta temporada que está en curso, 'Pan y toros'. Ha sido mi primera experiencia de dirección de escena en la lírica y me ha fascinado.

Usted ha crecido en el teatro, pero la televisión también le ha dado grandes personajes, desde 'Turno de oficio'. ¿Qué ha representado para usted la pequeña pantalla?

Para mí ha sido fundamental. Un vehículo de comunicación de mi trabajo a los espectadores que no lo hubiera captado con otro medio. Si echo la vista atrás pienso: ¡Qué suerte he tenido de poder simultanear trabajos audiovisuales y teatrales y que no interfirieran entre ellos, o haciendo un gran esfuerzo para que se pudieran acoplar! Por eso a la tele la tengo en un lugar importante en mi vida.

Uno de sus personajes televisivo más recordados es el de 'Cuéntame', a pesar de que se quejó de cómo acabó en la serie. ¿Todavía tiene esa espinita clavada?

Hace ya tanto tiempo que si todavía tuviera la espinita, ya tendría gangrena. No me gustó cómo se había hecho, pero a mí me parece totalmente normal lo que me pasó. Tengo un buenísimo recuerdo de 'Cuéntame' porque fueron muchos años trabajando ahí. Mi final no me gustó, pero es como si no te gusta el final dramático de una película.

La pena es que no podrá estar en la despedida, que ya está está preparando TVE con la temporada final.

Si apareciera yo estaríamos hablando de una serie de zombis. Creo que harán una buena temporada porque la serie se merece un cierre maravilloso y estoy convencido de que lo van a hacer.