'Entrevías' tendrá continuidad en Telecinco. Aunque la ficción protagonizada por José Coronado fue concebida como una serie cerrada de dos temporadas, Mediaset ha decidido otorgarle una tercera tanda de episodios tras su buen rendimiento en audiencias. En una nota de prensa, el grupo de comunicación ha desvelado los intérpretes que se incorporan a las nuevas tramas. 

Natalia Dicenta será Maica, la exmujer de Tirso (José Coronado); Michelle Calvó se pondrá en la piel de Dulce, la ahijada de Ezequiel; Óscar Higares interpretará a Romero, un nuevo comisario dispuesto a todo por medrar en política; y Álex Medina se suma a la serie como Tente, un joven pandillero que será un adversario implacable y violento para Tirso. 

Todos ellos participarán en la serie junto a José Coronado, Luis Zahera, Nona Sobo, Felipe Londoño, Laura Ramos, Manuel Tallafé, Manolo Caro, María Molins, Itziar Atienza y María de Nati, que mantienen sus personajes en los ocho nuevos episodios de 'Entrevías'. 

Producida por Alea Media y distribuida por Mediterráneo Mediaset España Group, la primera temporada de ‘Entrevías’ finalizó con una media del 16,4% de share y 1.809.000 espectadores. La segunda se mantuvo en un 15,3% y 1.663.000

Tras su emisión en abierto, llegó a situarse en el Top 10 de Netflix en 71 países y se mantuvo durante cinco semanas consecutivas en el Top 10 de series de habla no inglesa más vistas en esta plataforma. 

Así comienza la tercera temporada

Tras los sucesos acontecidos en el barrio en el final de la segunda temporada de ‘Entrevías’, la vida de Tirso transcurre feliz: su relación con Gladys va viento en popa, la ferretería es un negocio próspero y su nieta Irene está a punto de dar a luz. Pero la irrupción en el barrio de Maica, su exmujer, supondrá una fuerte sacudida para la familia, que se debatirá entre aceptarla o rechazarla. También para el barrio, ya que Maica, que ha trabajado durante años como cooperante, pretende poner en marcha una fundación para ayudar a los pandilleros a salir de las calles. Esto desencadenará graves problemas con las bandas callejeras en los que Tirso se verá obligado a intervenir.  

Por su parte, Ezequiel despierta del coma sin recordar nada y se verá abocado a llevar una nueva vida lejos de la policía y de los delincuentes. Pero aunque el pasado le resulte ajeno, no dejará de perseguirle: Nata y sus secuaces lo situarán de nuevo en el punto de mira y el nuevo comisario del barrio, un hombre ambicioso y sin escrúpulos, verá en él un obstáculo para alcanzar sus objetivos. En esta nueva situación, el expolicía contará con la ayuda de su ahijada, una antigua campeona de artes marciales que trabaja como jefa de seguridad en una macrodiscoteca y que se convertirá en su única aliada.