Como Teruel, 'Repor' también existe, aun sin ningún partido político ni escaño parlamentario que lo respalde. Lo mejor que le puede ocurrir al programa cuya resiliencia está a prueba de elecciones es que permanezca. En su sitio. Sólo las convocatorias a las urnas pueden afectarle, puestos sólo esos domingos no se emite. Pero dado que el 5 de abril es de Ramos y en cualquier caso estaría de vacaciones, no nos perderemos ninguno.

Basta repasar los reportajes que han emitido en su nueva temporada desde septiembre para comprobar cómo la narrativa y el pulso de sus propuestas continúan siendo frenéticos. El periodismo combativo y peleón abordó el día a día de los parados españoles, la situación de las camioneras, los restos que dejó en nuestro país el boom inmobiliario llenado el horizonte de esqueletos vacíos, las dificultades de quienes tienen problemas de movilidad y habitan en plantas superiores sin ascensor, los problemas de las granjas que producen lácteos muy mal pagados, qué hacemos con los residuos radiactivos, cómo son las vidas de los culturistas dentro y fuera de la competición, cómo se las arreglan en los pueblos pequeños donde los servicios públicos están menguados, qué fue de los habitantes de la Sierra Minera de Murcia desde que las empresas cerraran hace 30 años y quedasen

abandonados a su suerte, cómo afecta a la convivencia el trastorno de conducta de un adolescente, hasta dónde alcanza la burocracia tras las expropiaciones públicas, qué sucede en torno al mundo de los graffitis, cuáles fueron las nefastas consecuencias para quienes no leyeron la letra pequeña de los contratos de multipropiedad, cómo es el día a día del Hospital de Campaña en que se ha convertido la iglesia de Santa Ana de Barcelona. ¡Y cómo luchan los turolenses!

Mirando el número de visionados en rtve.es, da la impresión de que son mínimos. Pero qué duda cabe que aquí hay muchas joyas ocultas.