Óbito
Julián Muñoz, el final de una oscura era
El exalcalde de Marbella, uno de grandes protagonistas de la una de épocas más convulsas de la ciudad, falleció en la madrugada del lunes al martes a causa del cáncer de pulmón que sufría desde hacía varios años y que le obligó a ingresar de urgencia en una clínica de la localidad a mediados de mes

Julián Muñoz, con el bastón de mando de Marbella. / EFE
Marcel Vidal
El fallecimiento el martes de Julián Muñoz a causa del cáncer de pulmón que padecía desde hacía años supone la salida de escena del último gran protagonista de una de las épocas más oscuras de Marbella.
La desaparición de Jesús Gil en 2004; la sentencia del caso ‘Malaya’ que, entre otros, llevó a la cárcel al asesor de urbanismo del GIL y cerebro de la trama, Juan Antonio Roca; el ostracismo de figuras como Marisol Yagüe o el final del que fuera el regidor español con más procedimientos penales abiertos relegan a los márgenes de la memoria los casos de corrupción, los excesos urbanísticos o el despilfarro de dinero público que marcaron la Marbella de finales de siglo XX e inicios del XXI encubiertos por mayorías absolutas y una gestión política que se confundía en demasiadas ocasiones con la prensa del corazón.
La gestión del GIL terminó de forma abrupta en 2006, cuando el Gobierno de España ordenó la disolución de la Corporación municipal y que una comisión asumiera la gestión de los asuntos locales hasta las elecciones de 2007.
Casi 20 años después del último gobierno del GIL, el Ayuntamiento aún no ha liquidado la deuda que se generó en aquellos años; y el municipio aún padece una grave escasez de suelo y equipamientos públicos y una imagen asociada a los más bajos instintos de la política que tardará décadas en revertir.
El magistrado presidente del tribunal que juzgó el caso ‘Malaya’ señala que los vecinos de Marbella han sido los verdaderos perjudicados de aquella época después de que las arcas del Consistorio fueran "esquilmadas" y generado una deuda desorbitada, mientras que el Ayuntamiento no realizará actos institucionales en señal de duelo por Muñoz ante las "circunstancias" en las que se desarrolló la trayectoria política del exregidor.
La oportunidad llegó en 2002 para aquel camarero abulense de El Arenal que, en busca de fortuna en Marbella, llegó al municipio junto a su mujer, Mayte Zaldívar, para abrir dos establecimientos de hostelería en el municipio.

La vida de Julián Muñoz ha estado marcada por su polémica trayectoria política en el GIL. / EFE
Al frente del Ayuntamiento
Entonces, tras años de espera siendo un fiel hombre del GIL -fue delegado de Fiestas o teniente alcalde en San Pedro y Nueva Andalucía en distintos equipos de Gobierno-; y de ganarse la confianza de Jesús Gil, Muñoz asumió la gestión del Ayuntamiento de un municipio cuya economía cabalgaba a los lomos de un desarrollo urbanístico desbocado después de que la sentencia del caso ‘Camisetas’ inhabilitara al alcalde y fundador de la formación política en 1991.
Con Gil aún de regidor, Muñoz intervino como alcalde accidental en numerosas ocasiones ante la inhabilitación de su mentor político.
Pero la fortuna iba a durar poco. Muñoz, que en noviembre habría cumplido 77 años, arrasó como candidato del GIL en las elecciones locales de 2003, logrando 15 concejales de los 27 de la Corporación municipal.
Pero la decisión de apartar a Roca de Urbanismo, la gallina de los huevos de oro en aquella Marbella, provocó que ocho concejales de su partido, con el apoyo de ediles de otras formaciones políticas, presentaran en agosto de aquel año una moción de censura que le apartó de la Alcaldía en beneficio de la gilista Marisol Yagüe, más dócil a las decisiones del asesor de Urbanismo.

En su vida sentimental tuvieron un protagonismo especial Isabel Pantoja y Mayte Zaldívar. / EFE
El 2003 también fue el año en el que Muñoz hizo oficial su relación sentimental con Isabel Pantoja y su divorcio con Mayte Zaldívar, con la que llevaba casado desde 1974 y con la que tenía dos hijas. Años después, los tres acabarían en prisión.
En el caso de la tonadillera, imagen de aquella Marbella, se descubrieron ingresos anómalos en sus cuentas y sociedades por importe de 600.000 euros, por lo que fue condenada a dos años de prisión.
Muñoz y Pantoja confirmaron el fin de su relación en 2009, entre otros motivos, por la apertura de la causa judicial a la tonadillera.
Desde entonces hasta 2016, el exregidor se relacionó con Karina Pau.
Maraña judicial
Muñoz pisó la cárcel por varias condenas por delitos relacionados con las autorizaciones de licencias urbanísticas.
Pero el momento judicial más álgido se produjo en 2006, cuando fue detenido en la tercera fase del caso ‘Malaya’, en el que fue condenado a dos años de prisión y, por blanquear capitales, a siete.

Muñoz, en alguna de sus múltiples comparecencias en los juzgados. / Archivo
También fue condenado a diferentes penas por delitos urbanísticos, contra la ordenación del territorio, fraude, cohecho o prevaricación administrativa descubiertos desde que la Justicia comenzara a pasar la lupa por la gestión de unos años en los que Muñoz firmaba convenios urbanísticos «hasta en el capó de los coches» o llegaban al domicilio que el exregidor compartía con Mayte Zaldívar "bolsas de basura llenas de dinero", según ella.
Su línea de defensa judicial en todos los procedimientos siempre consistió en que firmaba los documentos que le mostraban sin conocer su contenido porque se fiaba de los técnicos.
Ingreso urgente
Tras varias entradas y salidas de prisión -tras una salida, tuvo que volver a la cárcel al filtrarse unas imágenes de él bailando en un tablao flamenco-, Muñoz obtuvo el tercer grado penitenciario por enfermedad y, en junio de 2021, la libertad condicional por una "pluripatología grave e incurable", según el informe médico.
Sólo en los dos últimos años en la cárcel, Muñoz, que también sufrió varios infartos, un ictus y carecía de la visión en un ojo a causa del azúcar, visitó el hospital en 29 ocasiones.
El exalcalde ingresó de urgencia a mediados de septiembre en el Hospital HC, especializado en enfermedades oncológicas, después de que empeorara el cáncer de pulmón.

Una de las últimas imágenes de Muñoz y Zaldívar. / Archivo
Los días transcurrían sin que Muñoz recibiera una fecha prevista para el alta y ante el temor, creciente, de un fatal desenlace, lo que hizo que su familia más próxima, como sus dos hijas o Mayte Zaldívar, con la que volvió a contraer matrimonio el pasado enero, pasara más tiempo junto a él en el centro hospitalario.
La capilla ardiente en memoria de Muñoz se instaló a primera hora del martes en el tanatorio de San Bernabé, en el que la familia celebró un acto religioso en la más estricta intimidad para después incinerar los restos del exalcalde, que, en una de sus últimas entrevistas, reconoció que temía a la muerte.
Hasta el camposanto marbellí se desplazaron amigos y antiguos compañeros de Muñoz, entre ellos Juan Antonio Roca y Marisol Yagüe.
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