Nacho Palau ha conseguido dejar de ser 'el ex novio de' para convertirse en un personaje con nombre propio tras su participación en Supervivientes.

El escultor catalán, conocido por ser la pareja del cantante español Miguel Bosé, ha dejado de estar bajo la alargada sombra del intérprete tras pasar más de dos meses bajo la atenta mirada de los cámaras que graban cada segundo del programa de supervivencia extrema de Telecinco.

Pese a que sabía que su figura era una de las más interés iba a despertar, el padre de los custro hijos del afamado artista se ha hecho un hueco en el mundo de las celebrities españolas debido a su implicación en el reality.

Si bien es cierto que ha hablado sin tapujos en más de una ocasión sobre cómo era su vida al lado de Bosé, Palau hasta el momento no ha tenido una mala palabra hacia su figura. Tanto respeto tiene al padre de sus hijos que en el 'puente de las emociones', una de las pruebas en las que los concursantes se abren en canal con Lara Álvarez, el escultor ha confesado los sentimientos que todavía tiene por el hombre que ha puesto voz a éxitos tan conocidos como Amante bandido o Nena.

"Le daría la mitad de mi corazón si se lo pudiera dar"

En un desgarrador testimonio, Palau ha confesado que su separación fue tan traumática como dolorosa y, además, ha revelado que su cariño por el cantante seguirá intacto por ser el padre de sus cuatro hijos. "A Miguel lo quiero mucho, es el padre de mis hijos y lo será siempre, lo sigo queriendo una animalada. El día de mañana le daría la mitad de mi corazón si se lo pudiera dar, somos los dos responsables de nuestros cuatro hijos, no los engendramos pero son parte de nosotros, yo quiero a mis cuatro hijos por igual. Espero que ese poco rencor que quede se disipe y podamos compartir una vida, reírnos, recordar a gente que hemos perdido, personas con las que hemos convivido y amado, yo creo que nunca voy a tener una relación así con nadie", explicaba entre lágrimas.