La cuenta atrás para la llegada de la primera edición de 'Celebrity Bake Off España' ha llegado a su fin. Después de que este portal adelantase en exclusiva su producción, Amazon Prime Video lanza este jueves 16 de diciembre su nuevo talent culinario presentado por Paula Vázquez y Brays Efe en el que 12 caras muy conocidas como Chenoa, Andrés Velencoso, Soraya, Adriana Torrebejano, Yolanda Ramos, Pablo Rivero, James Rhodes, Iturralde González, Paula Gonu, Joan Capdevila, Esperanza Aguirre y Esty Quesada se disputarán cada episodio el premio al mejor pastelero amateur del país. YOTELE habla con la presentadora sobre esta primera edición de 'Celebrity Bake Off' en Prime Video.

Te embarcas en ‘Celebrity Bake off España’ en Prime Video. Me imagino que es un proyecto muy dulce.

Sí. Es un proyecto muy goloso. Ha sido una experiencia muy divertida porque yo creía que iba a ser un programa de postres serio, y no es que no lo seamos, sino que se nos ha ido un poquito de las manos la comedia. Es más que eso, es como lo que dijo nuestra directora en el Festival de Vitoria: Ibamos a hacer un programa de cocina y nos salió una comedia.

Algunos te hemos notado un brillo especial con este nuevo formato. ¿Has sentido algo que no sentías desde hace un tiempo en televisión?

‘Celebrity Bake Off’ me ha devuelto confianza. Haciéndolo era todo tan tranquilo. Estoy acostumbrada a las cosas del directo. Por ejemplo, ‘Fama a bailar’ siempre se ha hecho en directo diariamente. Y si a eso le sumamos la presión que hay, al final, todo es un estrés que se acumula y te pasa factura cuando termina el programa. En esta ocasión, ha sido todo tan agradable que si fuese un curso me apuntaba. Me lo paso muy bien en el trabajo.

¿Cómo ha sido volver a hacer un formato en el que los concursantes son famosos después de varios años?

Ha molado también mucho porque son gente conoce el lenguaje de la tela y hay cosas que no tienes que explicar. A lo mejor no tienen la espontaneidad de alguien anónimo, pero, además de ser frescos, ellos tienen ese punto de más profesional y todo fluye un poco más rápido, la verdad.

Más allá de la comedia, también habéis tenido un casting muy heterogéneo pero muy unido y que se han llevado muy bien.

Sí. Va a haber de todo. Al final, el mejor gana el programa y acabaron picándose y tomándoselo muy en serio, pero el casting ha sido brillante. Por ejemplo, Chenoa o Pablo Rivero van a ser un descubrimiento para mucha gente porque son muy divertidos. Una vez que ya están a lo suyo y les ves tal cual son, puedes ver una vis cómica maravillosa. Con Iturralde también te preguntas si ha sido arbitro porque parece que ha hecho toda la vida televisión. Igual es por el hecho de que con la pandemia hemos tenido que convivir en el hotel, pero tengo la sensación de haber formado parte de un campamento. El único tema de conversación en común eran las recetas. A cualquier hora. Lo de ellos era obsesivos.

¿Llegaron a soñar incluso con recetas?

Bueno, casi que seguro. Y a quitarles el sueño también, a ensayar el fin de semana antes de venir…. Yo recuerdo que cenábamos y, antes de las 21:00 horas normalmente, ya se iban porque tenían que estudiar porque se tenían que aprender la receta de memoria. Aunque tengan las indicaciones delante, hay cosas que tienes que memorizar como los segundos… La repostería es muy delicada. Es matemática pura. No puedes fallar en unos gramos de azúcar o en unos grados de temperatura. Eso creaba mucha tensión, algo que permitía conocerlos. Se han generado unas sinergias entre ellos que yo he alucinado.

Además, todavía estoy descubriendo cosas porque estando allí no eres consciente de todo lo que le está pasando a cada uno. Lo habla el otro día con Brays. Al ver el programa, estamos descubriendo cosas que habían pasado desapercibidas para nosotros y luego si tenía repercutían en el concurso.

Pero no se ha llegado a producir mal rollo por esa tensión por la competición, ¿no?

No se han picado tan serio para que se crease mal ambiente entre ellos, pero sí se ven los piques que hay. Al final, es una competición y el nivel subió mucho. Desde el primer momento, creímos que venían a pasárselo bien, que saldrían cosas, pero que lo de menos sería el resultado final, y fue todo lo contrario. Entraron sorprendiéndose ellos mismos con que podían hacer cosas tan delicadas como un bombón en 4 horas.

¿Te ha sorprendido que el programa haya podido reunir a perfiles de personajes famosos muy diferentes y de todos los ámbitos?

Sí, creo que todos nos hemos sorprendido cuando nos dijeron el casting completo. Quizás especialmente por Esperanza Aguirre porque yo no me lo imaginaba en un concurso de televisión, pero ha funcionado muy bien, la verdad.

Precisamente, por lo que se ha visto en los adelantos, Esperanza Aguirre y Esty Quesada han tenido una conexión bastante buena y curiosa.

Ambas son dos mujeres muy inteligentes. Cocinaban muy cerca las dos. Quizás no me esperaba una relación tan chula como la que hubo, pero sí que ninguna de las dos se iba a llevar mal con nadie. Se lo han pasado muy bien haciendo este programa. Ninguna de las dos se imaginaba disfrutarlo como lo han hecho.

Tras esta experiencia, ¿crees que los concursantes ya han cogido el gusanillo de cocinar?

Con algunos he hablado y la mayoría han hecho alguna cosita. Aquello fue muy intenso. Por ejemplo, uno que me sorprende mucho por lo que veo en sus redes sociales es James Rhodes. Es un personaje muy enriquecedor. Dentro del programa, ha sido muy divertido también, pero también habló de Soraya o Andrés Velencoso. Vamos a descubrir un lado muy humano de todos. Conocimos su lado como presentadores, cantantes, músicos o actores, pero aquí se le va a ver en una faceta en la que a muchos nos gustarían que estuviesen en nuestras casas.

Al haber tan buen rollo en el casting y en el equipo, me imagino que lo más amarga y triste eran las expulsiones, ¿no?

Pues sí. Nos hemos emocionado en más de una. Cuando estás allí, te da pena como si cambiasen de colegio a un amigo tuyo. Ya no va a ser lo mismo. Ya sé que le irá bien en la vida, pero nosotros nos quedamos más huérfanos. Además, en la convivencia también se notaba.

Presentas ‘Celebrity Bake off’ con Brays Efe. ¿Cómo os complementáis mutuamente?

Él me aporta y me complementa un montón. Es esta situación de alguien que te llena porque, antes de conocernos, me entró muy buen rollo. Ahora, después de que haya trabajado con él, reconozco que es mucho mejor que eso. Es un hombre muy inteligente y tiene una cultura de entretenimiento televisivo y de internet. Esa frescura me ha ayudado mucho, incluso en las entrevistas. Yo ahora lo echo de menos porque es muy rápido y brillante. Estoy muy a gusto con él. Es muy generoso, cariñoso y tiene muchos detalles.

¿Vuestra complicidad va a traspasar la pantalla?

Yo creo que la complicidad se va a notar y se transmite. Ha habido días en los que yo misma me preguntaba cómo podíamos tener tan buen rollo si nos conocíamos de una semana. Para mí, es imprescindible.

Y luego tenéis dos jueces de gran nivel como son Clara Villalón y Frédéric Bau

Los dos jueces son la guinda de este pastel. Frédéric es un maestro pastelero francés que ha recibido muchísimos premios y tiene su propio chocolate patentado. Es fabulosamente divertido y cariñoso. Y luego está Clara, que también es espectacular.

Me imagino que esa sensación de buen rollo en el equipo también se traslada el trabajo del equipo, ¿no?

Hay tan buen rollo en el equipo. Hay un control tranquilo, las cosas que te dicen por pinganillos son con calma… No sé, es un programa dulce. Es verdad que da gusto trabajar con ellos.

¿Teméis que la gente compare mucho ‘Celebrity Bake Off’ con ‘Masterchef Celebrity’?

Me extrañaría muchísimo que se llegue a comparar porque no tiene nada que ver. Tampoco he visto ‘Masterchef pero, por los videos que he visto en redes, el tono no tiene nada que ver. Son otro tipo de cocineros.