El mes de abril, el primero íntegro de confinamiento por la pandemia del coronavirus, ha marcado un nuevo récord histórico mensual del consumo televisivo en España, según el 'Análisis mensual del Comportamiento de la Audiencia TV' de Barlovento Comunicación.

El estudio, recogido por Europa Press, indica que el consumo totalizado del mes de abril se ha situado en 5 horas y dos minutos diarios por persona -promedio de minutos sobre el total del universo de España que también pondera a los que no han visto ni un minuto de televisión-, 69 minutos más que el mes de abril del año pasado.

El concreto, el consumo de televisión en lineal se ha situado en 292 minutos, que incluye el concepto de 'invitados' (97% del total de individuos de 4 ó más años que están viendo la televisión en un periodo determinado) y el consumo en diferido suma 10 minutos (3% del total), que representa 302 minutos por espectador y día (5 horas y 2 minutos).

El tiempo de consumo diario de los espectadores que ven cada jornada la televisión -promedio de minutos de aquellos que han visto la televisión al menos un minuto- ha alcanzado las 6 horas y 35 minutos al día, 84 minutos más que el mismo mes del año pasado.

En relación con los distintos targets, los que más tiempo dedican al día a ver la televisión son, por sexo, las mujeres (5 horas y 16 minutos de promedio diario) y por franjas de edad, los mayores de 64 años (con 7 horas y 29 minutos de media por persona al día). No obstante, se han registrado máximos históricos en la mayoría de targets.

Respecto a la cobertura televisiva, 33,6 millones de españoles contacta diariamente con el medio televisivo, que representa el 74,2% de la población de España.

El consumo televisivo por sistemas de distribución se ha repartido de la siguiente manera: TDT, aglutina el 72,8% (-0,1), mientras que IPTV recoge el 15,9% (+0,1) y marca récord mensual; el Cable, el 8,8% (+0,1); y Satélite Digital, el 1,4% (-0,2).

Finalmente, en abril se publicaron 7.600.000 tuits sobre programas de televisión y se ha registrado un notable descenso de la presión publicitaria, ya que baja en un 48% el número de campañas.