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En busca de los mejores bocadillos de Tenerife

Una selección de ocho bares donde esta propuesta sencilla, pero sabrosa, se ha consolidado como parte del paisaje gastronómico isleño

El mejor bocadillo de Canarias está en Los Majuelos.

El mejor bocadillo de Canarias está en Los Majuelos. / E.D.

Paula Vera

Paula Vera

Santa Cruz de Tenerife

En Canarias se come muy bien. Eso lo sabemos todos. Islas como Tenerife presumen de una oferta gastronómica que crece y se reinventa, siempre manteniendo sus raíces. A la alta cocina —cada vez más reconocida en guías nacionales e internacionales— se suman los fogones humildes, los guachinches, las tascas y los bares de toda la vida, donde lo sencillo también emociona.

En ese universo cotidiano, el bocadillo ocupa un lugar especial. Es desayuno, almuerzo, merienda o cena. Es pausa rápida o ritual compartido. Puede ser tradicional o creativo, con panes especiales, rellenos caseros o combinaciones inesperadas. En Tenerife, este preparado es parte de su gente y algunos bares han sabido elevarlo a una experiencia completa. Esta es una ruta por ocho de ellos, espacios que combinan gusto, memoria y carácter, donde un bocado sigue diciendo mucho de quiénes somos.

Mucho más que pan y relleno

Pedir una pulguita o un bocadillo completo en el bar del barrio es una imagen que forma parte de la memoria colectiva de quienes han crecido en las Islas. Elementos tradicionales, como la pata asada o el pollo desmenuzado, que evocan desayunos con barraquito, charlas entre vecinos y esa cotidianeidad tan nuestra. 

Este plato de barra es un pilar de nuestra cultura popular, que sin perder su sencillez ha sabido reinventarse. Actualmente, es habitual encontrar creaciones de autor, panes brioche, ingredientes poco comunes y salsas artesanales, sin renunciar al sabor que conecta con nuestras raíces. En Tenerife, los clásicos siguen siendo los preferidos, aunque ahora comparten protagonismo con combinaciones más modernas que no tienen nada que envidiar a las mejores hamburguesas gourmet.

Esta tendencia ha cobrado tal fuerza a nivel nacional que ya se ha consolidado el Campeonato de España de Bocatas, cuya segunda edición se celebró recientemente y Canarias no se ha quedado atrás: Tenerife ha sido reconocida en ambas ocasiones con el premio al mejor bocadillo del Archipiélago.

Ocho paradas imprescindibles para saborear la isla

Cafetería Los Majuelos, en La Laguna

Ubicada en la avenida de Los Majuelos, esta cafetería ha pasado de ser un bar de barrio a consolidarse como un referente gastronómico. Su éxito no es casual: haber sido reconocidos durante dos años consecutivos como los mejores de Canarias en el Campeonato de España de Bocatas lo avala. Primero con “El Aldeano” y este año con “Sinergia”, una creación que combina pan brioche de beterrada, cochino a la canela, queso ahumado de cabra, pimientos rojos asados y salsa Pedro Ximénez.

Más propuestas de Los Majuelos.

Más propuestas de Los Majuelos. / E.D.

Además, ofrece opciones diferentes cada día en su carta, todo preparado al momento y acompañado de batidos naturales con frutas de temporada. El local solo abre en horario de mañana, de lunes a viernes, y llega a despachar más de 700 bocadillos diarios. Al frente se encuentra Amanda, hija de los fundadores, quien ha sabido actualizar el negocio sin perder ni el trato familiar ni el compromiso con la calidad.

Bar Cuatro Caminos, en El Tablero

A pocos minutos del centro de Santa Cruz, en El Tablero, el Bar Cuatro Caminos es punto de encuentro para clientes que llegan atraídos por su cocina casera y sus populares bocadillos. “El de la casa”, con pollo desmenuzado y una suave mostaza, es ya un clásico. También destacan el de roast beef con crema de aguacate y el emblemático de pata asada de cochino jugosa y difícil de igualar. Todas las carnes —también las que se sirven en los bocadillos— provienen de La Granja de Pipo, una explotación local en Machado que garantiza calidad y frescura.

Noelia y Michel, al frente desde hace más de veinte años, han sabido mantener la esencia de este local familiar. El pan, elaborado en horno de leña en Machado, y el ambiente acogedor completan una experiencia que combina tradición, cercanía y mucho sabor.

Bar Imperial, en Santa Cruz de Tenerife

Situado en la Rambla de Santa Cruz, frente a la plaza de La Paz, el Bar Imperial es un símbolo de la ciudad. Con décadas de historia, ha servido miles de desayunos, meriendas y cenas rápidas a varias generaciones de chicharreros. Su bocadillo de pollo especial, con carne de pollo jugosa y desmenuzada, es una de sus señas de identidad. También destacan el clásico pepito de ternera y su tradicional tumaca, con la que acompañan muchas de sus elaboraciones, así como sus tapas variadas.

En 2022, la Guía Repsol le otorgó un Solete dentro de la categoría “Soletes de barrio”, reconociendo su constancia y autenticidad. El local conserva el encanto de las cafeterías tradicionales: barra de acero, prensa del día y una clientela fiel, habitual desde hace años.

Casa Chano, en Guamasa

En la carretera de El Boquerón, junto a la TF-5, Casa Chano es una parada habitual para quienes cruzan la isla. Este local familiar se ha ganado su fama por bocadillos como el especial de jamón serrano recién cortado o el de pata con queso blanco, tomate, cebolla y una intensa salsa verde casera. Ofrecen varios tipos de pan, jugos naturales y barraquitos, en un espacio cálido decorado en madera, con mesas pequeñas y barriles acompañados de butacas que refuerzan su ambiente confortable. 

Por su popularidad, sobre todo los fines de semana, es común encontrar cola, pero la espera merece la pena para disfrutar de bocadillos generosos y el trato amable de su equipo. También cuentan con una pequeña tienda donde se pueden adquirir vinos, dulces, quesos y productos enlatados.

Bar San Pedro, en Güímar

En plena Plaza de San Pedro, en el centro de Güímar, este local de toda la vida —conocido por muchos como el “bar de Ignacio”— es famoso por el tamaño de sus bocadillos y el trato cercano. Ignacio y Mari llevan años al frente de este establecimiento donde una pulguita equivale a un bocadillo normal. También ofrecen una versión mini, además de bocadillos grandes que son casi para valientes. Entre su oferta, destaca el ya célebre bocadillo de pollo, así como otras opciones con lomo, tortilla o carne mechada. Además, completan su oferta con tapas caseras y repostería. 

Solo se admite pago en efectivo, lo que no impide conservar una clientela fiel que acude por la abundancia y el ambiente sin pretensiones. A pesar de su modesto tamaño, es habitual ver la terraza llena, especialmente durante los fines de semana. 

Viva María, en Santa Cruz de Tenerife

Con más de 40 años de trayectoria, Viva María se ha consolidado como una de las cafeterías clásicas y más queridas de Santa Cruz. Ubicado en la calle Suárez Guerra, este establecimiento ofrece un amplio horario ideal para desayunos, meriendas y cenas. Entre sus especialidades destacan el bocadillo de pollo y el pepito de ternera, así como una amplia oferta vegetariana donde sobresale el sándwich de berros. Sus zumos y batidos naturales, preparados al momento con fruta fresca, permiten personalizar ingredientes o dejarse sorprender por las creaciones del equipo. 

Sándwich de berros de Viva María.

Sándwich de berros de Viva María. / E.D.

El ambiente, agradable y familiar, junto a una excelente relación calidad-precio, atrae a una clientela fiel desde hace décadas. Reconocido con un Solete por la Guía Repsol en 2021, Viva María continúa siendo un punto de referencia para quienes valoran la calidad y la frescura en cada visita.

KM5, en La Esperanza

A mitad de camino entre el monte y la ciudad, KM5 lleva tres décadas conquistando a una clientela diversa: senderistas, ciclistas, trabajadores de paso y vecinos del municipio. Su carta de bocadillos destaca especialmente por la originalidad de sus nombres y combinaciones. Entre sus propuestas sobresalen el Súper Tres Cerditos, con cebolla frita picante, y el María Jiménez, con revuelto de huevo, pata, bacon y jamón.

Todos se preparan al momento con productos frescos y pan horneado a diario. Cuentan con terraza y aparcamiento, aunque los fines de semana suele estar bastante concurrido. Además de bocadillos, ofrecen cafés especiales y dulces caseros que completan una experiencia gustosa y sin pretensiones.

Kiosco Rojo, en Santa Cruz de Tenerife 

Este pequeño establecimiento ubicado en la Vía Transversal, dentro de la Dársena Pesquera, lleva más de cinco décadas sirviendo uno de los bocadillos más auténticos de la isla: el de atún en salsa secreta, una receta familiar inalterada desde su fundación. Los Samarín, una familia de tradición marinera, gestionan este kiosco que abre a las 5:45 de la mañana y cierra cuando se acaba el pan.

No hay carta formal, pero su clientela es constante. Además del icónico bocadillo de atún, destacan el de caballa y el de carne mechada. Todo se sirve en pan crujiente y bien prensado, acompañado si se desea de café con leche o un barraquito. Un lugar donde la tradición se mantiene intacta y el sabor es el protagonista

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