Tenerife es sinónimo de estrella Michelin: suma dos más

La alta cocina en Canarias vuelve a demostrar que sigue en un estado de forma abrumador, radiante. Si tenemos en cuenta que es la Guía Michelin la que marca el camino, la que ilumina a tantas cocinas y oscurece tantas ilusiones, lo que ha pasado este martes en Murcia confirma lo que ya sabíamos: las Islas viven el mejor momento gastronómico de su historia. Eran muchas las quinielas, los corrillos habituales en los mentideros de la prensa especializada, de los comensales más gourmet y de un sector, el de la hostelería, que tiene en esta gala su particular fiesta anual, pues aunque no formen parte de esa galaxia, viven cada estrella como el gol de su equipo favorito.

Este es, con total seguridad, el incuestionable poderío de la publicación francesa. Cuando llega la hora de dar o quitar estrellas, las cocinas y las salas se paralizan a la espera de las novedades; los cocineros y cocineras que han sido invitados a la gala se quitan al fin un peso de encima; los restaurantes e inversores empiezan a sacar la calculadora a la espera del boom que supone entrar en el olimpo gastronómico nacional. Y los que pierden la estrella, inician una fase de duelo donde remontar el vuelo se convierte, casi, en una travesía por el desierto.

Lluvia de estrellas muy repartidas

En Canarias, que es lo que nos ocupa y preocupa, las noticias no podían ser mejores. La guía Michelin ha vuelto a premiar la excelencia de la alta cocina en las Islas, con varias novedades de peso. En Tenerife, el sur de la isla sigue siendo un caso excepcional de colección de estrellas Michelin. Y Costa Adeje, un territorio realmente productivo, un acontecimiento de estudio y análisis. Y, como también es habitual, las estrellas prefieren dormir en hoteles de lujo. Así pues, el hotel que más brilla en este sentido en Canarias, el Royal Hideaway Corales, del grupo Barceló, sigue su particular idilio con el éxito y suma otra estrella más (ya tiene dos con El Rincón de Juan Carlos y una con San Hô).

El hotel más gastronómico

En esta ocasión, la estrella se va al mejor restaurante italiano de Canarias, Il Bocconcino, liderado por Niki Pavanelli, un cocinero excepcional que ya merecía este reconocimiento. Él más que nadie sabe lo que es luchar año a año para llegar a esta meta, un sueño del que despertaba, pero que no le hacía retroceder en su objetivo. Ha conseguido ofrecer a los privilegiados comensales adentrarse en una alta cocina italiana pero con un sello muy personal, convirtiendo a Pavanelli en un creador que se apoya fielmente en el producto que le rodea. La terraza y el carisma del chef de Bolonia, un plus.

No muy lejos de allí, el chef Jesús Camacho, del elegante restaurante Donaire, ubicado en el hotel GF Victoria, recibe una merecida recompensa que se ha ganado a base de trabajo, discreción y resultados. Siguiendo la tendencia de los premiados, Camacho impulsa el producto autóctono, presentándolo con un diseño tan brillante, que es ahí donde demuestra que su formación base es la alta pastelería.

Era uno de los favoritos en las quinielas previas, y ya lleva meses siendo 'señalado' por numerosos cocineros como el siguiente en acceder al privilegiado club. Creatividad y espectacularidad se unen en un escenario, el de la sala de Donaire, que ya es una experiencia por sí sola. El menú Victoria, sin duda el ganador, ha hecho que Costa Adeje siga brillando al ritmo que marcan las estrellas.

Borja Marrero hace historia en Gran Canaria

En Gran Canaria, Borja Marrero, de Muxgo, ha hecho historia en la gastronomía regional, pues a la estrella Verde que ya tenía -la primera de Canarias-, ahora le suma la tan deseada roja, que lo convierte en uno de los cocineros más interesantes del panorama nacional, además de ser el primer cocinero grancanario en conseguir dos estrellas. Con su incorruptible apuesta por los productos de su finca, en Tejeda, Marrero ha demostrado que no se equivocaba, aun siendo un incomprendido para muchos.

Los inspectores de Michelin vieron en él la referencia sostenible de Canarias, y ahora lo consolidan como uno de los mejores cocineros del Archipiélago. Una noticia de peso para él, pero también para el Hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria, que ya suma otra estrella en el restaurante Poemas by Hermanos Padrón. La capital grancanaria recupera, además, la estrella que dejó Bevir tras anunciar recientemente su cierre.

Lanzarote también ha hecho historia, consiguiendo una estrella Michelin que se le estaba resistiendo mucho, a pesar de ser una isla de referencia en cuanto a oferta gastronómica y estrategias público-privadas para impulsar este sector fundamental para la reputación y economía local. Cada año sonaba tímidamente algún restaurante como candidato serio, aunque siendo sinceros, no entraba en las quinielas de muchos que fuera este año cuando la célebre publicación premiara al fin a Lanzarote.

Todo el mérito lo tiene, sin duda, el restaurante Kamezí Deli Bistró, capitaneado en cocina por Rubén Cuesta junto a su solvente equipo. Situado en un espacio privilegiado, dentro del complejo de Kamezí Boutique Villas de la familia Eguren, en Playa Blanca, el restaurante demuestra que la cocina canaria puede llegar a ser tan sublime y creativa como cualquier otra.

Rubén Cuesta, manchego y formado en el restaurante El Bohío, le saca todo el provecho al producto local, poniendo en valor a los agricultores y sector primario de la isla. Y en la parte líquida, el stock de vinos es tan poderoso, que la experiencia es realmente completa.

Este elenco de restaurantes con estrella en Canarias se suma a los que ya disfrutan de este excelente reconocimiento: El Rincón de Juan Carlos, en Tenerife (2); MB Abama, en Tenerife (2); Nub, en Tenerife (1); Poemas by Hermanos Padrón, en Gran Canaria (1); San Hô, en Tenerife (1); La Aquarela, en Gran Canaria (1); Tabaiba, en Gran Canaria (1); Los Guayres, en Gran Canaria (1); Haydée, en Tenerife (1), y Taste 1973, en Tenerife (1).