Los vemos en los escaparates de las panaderías día sí y día también y es que no hay persona que se resista a un croissant. Un bollo dulce o salado que se puede comer prácticamente con cualquier bebida. El origen del cruasán no es francés como la mayoría piensa, su procedencia es de Viena, capital de Austria, aunque hay cierta variedad de opiniones respecto a sus raíces. Pero sea de dónde sea, este bollo se popularizó porque sus creadores utilizaron una masa hojaldrada fermentada típicamente francesa, las capas finas que nos encontramos en el croissant cuando le damos un bocado. Hoy es el día internacional del croissant y la mejor manera de adentrarnos en este curioso evento es preparando una bandeja de cruasanes para chuparse los dedos.

La clave de este bollo con forma de media luna reside precisamente en la textura de hojaldre que hace que sean esponjoso y ligero. Aunque lleva requiere de tiempo en su preparación porque tiene muchas fases, esto no implica que no queramos saber cómo se elabora un croissant delicioso para acompañar nuestras tardes o mañanas con los invitados que vayan a ir a casa. Apúntate esta receta para elaborar los mejores croissants que te saldrán en tu vida culinaria.

Cómo hacer croissants. Shutterstock

Ingredientes

Para 10 personas

  • 400g harina de fuerza
  • 100g de harina floja
  • 100g de azúcar
  • 2 huevos
  • 25g de levadura fresca de panadería
  • 100g de mantequilla en pomada
  • 7g de sal
  • 200g de mantequilla para hojaldrar
  • Leche para pintar los croissants
  • 1 yema de huevo para pintar los croissants 

Elaboración

  1.  En una amasadora introducimos todos los ingredientes y en agua tibia diluimos la levadura de panadería para añadírsela a la mezcla. Amasamos durante 10 minutos para más tarde añadirle la mantequilla en pomada en dados y volvemos a amasar otra vez.
  2. Dejamos que fermente la mezcla en un lugar cálido durante hora y media aproximadamente hasta que se doble su volumen. Cuando haya pasado este tiempo de reposo y preparamos la mantequilla (fría) para hojaldrar dejándola en forma de placa cuadrada de un centímetro de grosor.
  3. Amasamos la masa con los puños haciendo hueco para introducir la mantequilla y le damos vueltas simples dejándola reposar en frío entre vuelta y vuelta unos 20 minutos en frío. Después, estiramos la masa a tres milímetros de grosor con un rodillo pero sin hacer demasiada presión y cortamos triángulos isósceles de unos veinte centímetros de largo.
  4. Y comenzamos formando los croissants enrollándolos desde la base y los dejamos fermentar en la bandeja del horno una hora más. Pasado ese tiempo los pintamos con la yema y la leche y los horneamos entre 12 y 14 minutos a 200ºC.