La Navidad del año récord de inflación amenaza a la vuelta de la esquina. Según el observatorio de precios de la OCU, los precios de los productos típicos con los que los españoles elaboramos las comidas y cenas de estas fechas han subido de media un 5,2% con respecto a 2021, aunque en algunos alientos concretos el repunte es muy superior.

El alza viene a desgastar unos bolsillos ya castigados. Por eso siempre es bueno recordar algunas ideas que nos permiten ahorrar sin renunciar a las recetas de siempre. Y en un lugar preferentes de las medidas anti inflación caseras destaca una idea sencilla: congelar.

Comprar con antelación, antes de que los precios suban más, era ya algo habitual en los hogares españoles, y este año puede cobrar aún más protagonismo. Pero lo que no tenemos siempre tan claro es con qué productos concretos resulta más recomendable. Y, a la par, surge otra duda: ¿podemos cocinar nuestras recetas para ahorrarnos trabajo, además de dinero, en las fechas clave?

Estas son algunas claves para congelar la comida de las navidades:

Mariscos

Los mariscos son uno de los bocados clásicos de la Navidad que más se asocia con la congelación. De hecho, en muchas ocasiones los encontraremos ya así en la pescadería y las tiendas de congelados. Sin embargo, si queremos hacerlo con centollos, nécoras o bogavantes, es recomendable cocerlos y dejarlos enfriar antes de meterlos en el congelador.

Carnes

De la misma forma que probablemente hagamos durante el resto del año, las carnes resultan uno de los alimentos que mejor supera el proceso de congelación. Por eso, adelantar la compra con el cordero, las chuletas o la elección de nuestro gusto siempre será una sabia decisión. Eso sí: hay que descongelarlo en el frigorífico y con tiempo suficiente.

Pescado

Tampoco hay problema en congelar casi todos los tipos de pescado, probablemente uno de los productos que más caros encontraremos si los queremos frescos. Antes de llevarlo al congelador lo aconsejable es limpiarlo bien, lavarlo y prepararlo en trozos o raciones. La descongelación deberá desarrollarse también en el frigorífico.

Croquetas

Croquetas listas para congelar. Shutterstock

Unas ricas croquetas pueden convertirse en una de las tentaciones más suculentas cuando servimos los entrantes. Y, además, es una elaboración que permite perfectamente su congelación. Antes de freírlas, claro. De esta forma, solo tendremos que sacarlas para llevarlas directamente a la sartén. En este caso, eso sí, ahorraremos más trabajo que dinero.

Salsas

En muchos platos, las salsas y caldos son fundamentales. Con ellas tampoco será fácil ahorrar dinero, pero sí se pueden elaborar y congelar con antelación para estar más desahogados cuando llegue el momento de disfrutar de la mesa. Si exceptuamos el caso de las mayonesas caseras, el congelador se convertirá de nuevo en un aliado clave.

Platos

Congelar alimentos ya cocinados es un asunto más delicado, pero no imposible. Dependerá de cada receta. No se prestarán para ello ni pescados ni verduras, por ejemplo. Tampoco las patatas, incluso si sólo acompañan a algunos platos. Es recomendable igualmente evitar congelar carne ya cocinada de aves. Los platos elaborados que pueden aguantar bien el proceso son las carnes grasas, especialmente estofados y guisos.