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Un buen café: sorbos de recuerdos con calidez

Café Regina trae hasta el Centro Comercial Nivaria de Santa Cruz la pura esencia del eje cafetero colombiano

El mundo nace cada mañana con el borboteo del café. | | E.D.

«El coronel destapó el tarro del café y comprobó que no había más de una cucharadita. Retiró la olla del fogón, vertió la mitad del agua en el piso de tierra, y con un cuchillo raspó el interior del tarro sobre la olla hasta cuando se desprendieron las últimas raspaduras del polvo de café revueltas con óxido de lata». Así describía el genial Gabriel García Márquez en su novela El coronel no tiene quien le escriba, uno de los actos acaso más fáciles y cotidianos en la vida del ser humano: saborear un café. También los personajes de la imaginaria Macondo lo tomaban cada mañana, sin azúcar y, tras haber ordeñado a las vacas, con su leche. En otra de las grandes novelas del Nobel colombiano, Cien años de soledad, el coronel Aureliano Buendía casi muere envenenado con estricnina disuelta en una taza de café...

Un buen café: sorbos de recuerdos con calidez

Hay quien asegura que, más que una bebida, el café es un instante, incluso que hasta tiene alma y que el simple hecho de beberlo, ya sea solo, cortado, con leche y leche, etc., representa detener el tiempo. Lo cierto es que el mundo nace cada mañana con el borboteo de una cafetera.

Hace unos meses, en el centro comercial Nivaria Center de Santa Cruz de Tenerife se instaló Café Regina, al que su propietario, el colombiano Mario Gil, define como un punto de encuentro. Para él todo comenzó en su particular Macondo, en una finca cafetera familiar en la región de Caldas, donde cayó cautivado. Y se metió de lleno a descubrir este sensacional mundo en un país que cuenta con unas condiciones de humedad, altitud y temperaturas ideales para este cultivo, lo que confiere a cada grano «no solo aromas concretos sino, lo más importante, una regularidad constante en nuestras importaciones», señala Gil.

El producto se tuesta, kilo a kilo, en una máquina alemana, se prepara en una cafetera italiana y a continuación se sirve al cliente. Llega directamente de los caficultores colombianos, del conocido como eje cafetero, desde la Sierra Nevada de Santa Marta, con los indígenas arahuacos, pasando por las cooperativas de mujeres que con su trabajo producen un impacto muy positivo en el desarrollo de la comunidad y de aquellos productores independientes que aplican unas excelentes prácticas. Así es como sorbo a sorbo se hace posible contar las historias que hay detrás de cada grano. «Llegamos a entender todas las cosas que es capaz de decirnos, provocando múltiples sensaciones, a cítricos y acidez, mineralidad, generando recuerdos y transmitiendo calidez», advierte Gil.

Estos cafés acompañan el desayuno mañanero, las animadas meriendas y también el postrero tardeo, con la propuesta de un descafeinado a base de caña de azúcar, sin cafeína: una deliciosa infusión. Pero en Café Regina el café no viene solo, sino asociado a bocados, tanto dulces como salados, desde pastelería y repostería a ensaladas, diferentes tipos de pinchos, sándwiches, cruasanes, pulguitas, tostadas, bizcochos...

(Café Regina, Centro Comercial Nivaria Center, avenida 3 de mayo, 63, Santa Cruz de Tenerife; horario: lunes a sábados de 9:00 a 21:30; tfno.: 922 53 67 35).

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