Hay libros y películas que dan hambre y los hay incluso que animan a cocinar. Es el caso de 'Pan de limón con semillas de amapola', que primero fue una novela de Cristina Campos y ahora se ha convertido en largometraje de la mano de Benito Zambrano. Entre las varias recetas que preparan los personajes, está la del bizcocho que da nombre a la historia.

Bego San Pedropanadera y pastelera artesana del obrador Madreamiga de Madrid, nos chiva la receta por si queremos ponernos a la obra y preparar un suculento 'cake' de limón con, claro está, semillas de amapola: una receta con relato.

Ingredientes

  • 315 g de azúcar
  • 5 huevos grandes
  • 135 ml de nata líquida
  • 255 g de harina floja
  • 100 g de mantequilla fundida
  • Un pellizco de sal
  • La tercera parte de un sobre de levadura química
  • 25 ml de limoncello
  • La ralladura de tres limones
  • 40 g de limón confitado en cubos pequeños
  • 30 g de semilla de amapola

Elaboración

  • Batir en un bol los huevos con el azúcar con una varilla hasta que la mezcla adquiera un color blanquecino.
  • Echar poco a poco la harina junto con la levadura, la sal y la piel de limón rallada y mezclar bien hasta que todo quede bien incorporado.
  • Echar la nata y mezclar de nuevo hasta formar un todo homogéneo.
  • Incorporar la mantequilla derretida (es importante que esté caliente en el momento que la echemos) y mezclar de nuevo con la varilla.
  • Incorporar el limoncello hasta que quede una masa lisa.
  • Echar el limón confitado junto con las semillas de amapola y mezclar de nuevo. Tapar con film.
  • Dejar reposar una hora en el bol.
  • Echar la masa en una manga o en una jarra para poder dosificar mejor.
  • Rellenar el molde un poco más de la mitad (no echar más para que no se desborde en el momento de hornear).
  • Precalentar el horno a 190 grados hasta que esté caliente.
  • Meter el bizcocho y bajar a 170 grados. El tiempo total de horneado depende de cada horno y del tamaño del molde, aunque a partir de los 30 minutos es casi seguro que ya estará hecho. Para comprobar si ya está cocinado, solo hay que introducir un palito de madera o metálico fino en el 'cake' y comprobar que sale limpio.
  • Se puede congelar parte del bizcocho cuando esté templado, envolviéndolo en film y metiéndolo en el congelador directamente, para que así conserve toda su humedad.