Esta semana finalizó en Tenerife el rodaje de la nueva película de Fernando Tejero y Óscar Jaenada. La piel en llamas es el nombre de esta nueva cinta dirigida por David Martín-Porras y que se ha grabado íntegramente en escenarios de la Isla. La película, basada en la obra de teatral de Guillem Clua del mismo nombre, también ha contado con la participación de la actriz tinerfeña Ella Kweku y Lidia Nene.

La piel en llamas se rodó entre los meses de noviembre y diciembre en espacios tinerfeños como el céntrico Hotel Mencey de Santa Cruz de Tenerife. La película ha sido producida por Álamo Producciones Audiovisuales SL, Álamo Audiovisual Octava Parte AIE y La Panda. Además, la cinta ha contado con un 95% de talento local, a través de los técnicos y artistas de las Islas que componen el equipo. De hecho, el jefe de producción ha sido el tinerfeño Guillermo Ríos.

Fernando Tejero, Óscar Jaenada, la tinerfeña Ella Kweku y Lidia Nene junto al director David Martín-Porras. | | E.D.

A lo largo de las últimas semanas, los actores de la película han ido narrando a través de sus redes sociales los progresos del proyecto. Mientras que el director de la cinta celebró hace unos días el final del rodaje de “una peli muy bonita”, el propio Fernando Tejero indicó también en su cuenta de Instagram que “ha sido una de las experiencias más bonitas de mi carrera” y que ya tenía ganas de participar en “un proyecto tan bonito como este”. El equipo actoral también ha compartido imágenes del día a día de la grabación, en las que se les puede ver compartiendo encuadre con miembros del equipo técnico que está formado en su mayoría por canarios.

La piel en llamas relata la historia de Frederick Salomon, un fotoperiodista de guerra que logró la fama internacional al capturar la imagen de una niña volando por los aires como consecuencia de la explosión de una bomba. El protagonista regresa al país donde tomó la conocida fotografía 20 años antes para recoger un premio, ya que muchos consideran su polémica fotografía clave en los recientes esfuerzos para conseguir la paz en el problemático país. Sin embargo, una periodista local que le acompaña para entrevistarle, Hanna, no está de acuerdo y, de hecho, quiere matarle. Mientras Hanna entrevista a Salomon en la suite del hotel en el que se hospeda, ambos debaten y cuestionan el papel de Naciones Unidas en su relación con los países del Tercer Mundo, el merchandising de las imágenes violentas y, por encima de todo, qué ocurrió exactamente el día fatídico en el que se tomó la fotografía. Y es que ¿pudo Salomon haber salvado la vida de la pequeña en lugar de tomar la instantánea? De este modo, la película irá desentrañando la historia de Hanna, quien no es otra que la misteriosa niña protagonista de la fotografía que realizó Salomon y lo lanzó al estrellato. Ella sobrevivió a la explosión y que quiere vengarse 20 años más tarde del hombre que se enriqueció a costa de la imagen de su sufrimiento.

La cinta se basa en la obra teatral del mismo nombre de Guillem Clua, que es uno de los dramaturgos catalanes contemporáneos más reputados. La piel en llamas es su primera adaptación al cine y la primera vez que participa en un guión de largometraje, aunque ha trabajado en serie de televisión como Estoy vivo.