Gregor es un adolescente que decide no salir de su habitación.

Siente que se ha convertido en un «bicho raro» y cree que no hay ningún hashtag que lo defina. Ha sido víctima de acoso por parte de su clase, pero Gregor no entiende que él también es un ciber-acosador.

Gregor siente que su madre es un viejo aparato de radio y él es un ordenador de última generación: están condenados a no enterarse. Gregor se siente solo en el mundo. Por eso, pone su vida en manos de las redes sociales, permitiendo que su público decida por él: qué música escuchar, qué ropa ponerse, si debe o no debe ir al instituto…

Pero Gregor, a veces, siente que ha llegado el momento de abandonar la partida y provocar un «Game Over». No será Gregor quien lo decida: los espectadores y las espectadores del teatro decidirán por él.