La Roseta de Tenerife forma parte de una de las manifestaciones más antiguas del arte textil que aún hoy se conserva vigente y se sigue trabajando con las mismas características que en el pasado.

A finales del siglo XIX, paso de ser un trabajo para consumo familiar a una industria, que junto con el calado, empleaba numerosa mano de obra. Trabajos que se exportaban a través de las Casas Comerciales extranjeras para satisfacer la creciente demanda del mercado europeo (Gran Bretaña, Alemania y Francia) y el norteamericano.

El conocimiento y la técnica de la roseta se transmitían de una generación a otra y eso hizo, que la producción se concentrara en determinados lugares de Tenerife (como

De un tiempo a esta parte, se ha estado promocionando de nuevo, a través de cursos y con la organización de las I Jornadas Internacionales. Esto le ha dado un importante impulso y cada vez son más las personas interesadas en solicitar la participación en talleres para aprender el arte de la roseta.

La roseta salió de la isla de la mano de los emigrantes rumbo a otros países, donde se asentó y se convirtió en parte de su patrimonio. Argentina, Bolivia, Brasil, México, Paraguay, Puerto Rico, Venezuela, Estados Unidos, Filipinas, Croacia… son los países donde en la actualidad se siguen trabajando. Dependiendo del país donde se ha asentado, el término "roseta" se ha cambiado por Ñandutí en Paraguay, soles de Maracaibo en Venezuela, Naranjito y Moca en Puerto Rico o Tenerife Lace en los países de lengua inglesa.

Tras un largo trabajo de investigación llevado a cabo por la Empresa Insular de Artesanía, El Cabildo de Tenerife ha solicitado que la Roseta se convierta en Un Bien de Interés Cultural para Canarias. Esta petición tiene como Objetivo la salvaguarda de la técnica y producción de esta actividad artesanal. Trabajo espectacular reconocido a nivel mundial y que durante mucho años estuvo casi en el olvido en su lugar de origen.

Tenemos un gran compromiso con ella por todo lo que ha aportado a la cultural popular y a las tradiciones canarias, por su apoyo a la economía de aquellas familias menos favorecidas de fines del siglo XIX y primera mitad del XX y por llevar el nombre de las islas Canarias por todo el mundo como sinónimo de calidad y belleza de sus productos.

Labor de protección y rescate que se está llevando a cabo en otros lugares donde arribo la técnica de la roseta: Brasil, Puerto Rico, Paraguay y Venezuela… cuyas autoridades locales se han hecho responsables de su protección y mantenimiento.