Contracciones explora la invasión creciente de las grandes compañías en la intimidad de sus empleados. Con hábil precisión, se muestra a una mujer en un cargo de poder que entrevista a Emma, de la sección de ventas, acerca de su vida amorosa.

Al principio, hay algo cómico en la definición legalista de la empresa de lo que constituye una relación romántica o sexual. Esto, sin embargo, se convierte en lascivia mórbida cuando la gerente exige detalles íntimos de la aventura de Emma con un colega, Darren.

Las campanas de alarma suenan cuando la relación se prolonga demasiado. El embarazo de Emma conduce a la separación forzada de Darren y la manipulación despiadada de todos los aspectos de su existencia.

A través de Emma se muestra cómo la actitud desafiante ante la injerencia corporativa da paso gradualmente al cumplimiento voluntario por parte de los empleados y cómo estos permiten cada vez más que las empresas se adueñen de ellos en cuerpo y alma.