Abubukaka trae a las tablas una adaptación de El nombre de la rosa en clave de comedia. Esta adaptación respeta la carcasa de las dos tramas de la novela, pero rellenándolas de gracia terrena.

Si bien en nuestra adaptación la causa franciscana quedará un tanto eclipsada por un aspecto de la misma que es la que justifica este proyecto: El valor del conocimiento. Abubukaka pretende contemplar a través de las lentes de Guillermo de Baskerville la fuente de la verdad, corroborar que la fuente es fiable y, entonces y solo entonces, emitir un juicio. Para ello habrá que disipar el misterio, doblegar al miedo y domesticar al apocalipsis, y la mejor manera de hacerlo es la comedia, y es que como bien dice la propia novela: "La risa mata el miedo y sin el miedo ya no hay necesidad de Dios.”