La expulsión de Saray en la última emisión de MasterChef 8 sigue resultando polémica, no ya por su peculiar receta (en la que situó sobre el plato una perdiz sin desplumar), sino por las formas que tuvieron tanto la concursante como los miembros del jurado. Muchos son los espectadores que se han preguntado cómo ha sido posible que la joven haya logrado superar un casting de 30.000 personas sin saber cocinar, y por este motivo, Saray ha decidido hablar.

Según ha explicado en una entrevista con el Diario de Córdoba, ella no superó el casting que todos los participantes deben realizar para ser seleccionados, sino que "una redactora" de Shine Iberia le contactó personalmente porque su perfil le interesaba al espacio. Saray, supuestamente, confesó saber cocinar "lo justo", pero desde la productora le pidieron que acudiera al programa de todas maneras. Por ese motivo, la joven se siente engañada por el trato recibido por diferentes miembros del reality.

En cuanto a la versión de Shine Iberia, esta se muestra decepcionada: "me he equivocado. Mi intención era meter a alguien transexual para normalizar, pero no ha sido así. Lo bonito de la integración es tratar a todos por higual, y MasterChef es un programa estupendo para dar visibilidad, y Saray no lo ha utilizado", denuncia Macarena Rey, CEO de la empresa encargada del formato. Para ella, la protagonista, "en lugar de contar lo difícil que ha sido hacer su transición al ser de etnia gitana y con una familia conservadora, ha salido por otro lado (...). Al final montó ese numerito".