La Comunidad de Propietarios del edificio Vallesol, en el Puerto de la Cruz, alerta del riesgo y los perjuicios para personas con movilidad reducida que supone la decisión del Ayuntamiento portuense de cerrar al paso ocasional de vehículos el paseo peatonal que une la calle Sebastián Padrón y la avenida Marqués Villanueva del Prado, y que discurre entre dos inmuebles con 161 apartamentos y más de 300 vecinos.

Los propietarios del edificio Vallesol recuerdan que el pasado 18 de septiembre el consistorio eliminó la prohibición de aparcar en la salida superior de este paseo y colocó candados que impiden la retirada temporal de los pivotes del acceso.

Fuentes de esta Comunidad de Propietarios han explicado a EL DÍA que "tras borrarse la línea amarilla que existía antes, las dos bocas de salida de este paseo peatonal están permanentemente bloquedadas con coches aparcados, lo que impediría, llegado el caso, el acceso de vehículos de emergencia como ambulancias o camiones de bomberos. Una situación especialmente preocupante si se tiene en cuenta que en los 161 apartamentos ubicados junto a este paseo residen, mayoritariamente, personas mayores".

Tras la eliminación de la prohibición de aparcar en la salida superior del paseo, la comunidad de propietarios remitió un escrito al Ayuntamiento portuense, en el que solicitaban que se volviera a la situación anterior básicamente por motivos de seguridad. La respuesta del área de Seguridad Ciudadana, basada en un informe de la Jefatura de la Policía Local, decía que "los vehículos de emergencia disponen de medios suficientes para atender cualquier servicio en la zona", y que las medidas tomadas se deben a las quejas de vecinos por el estacionamiento indiscriminado de vehículos particulares en la zona peatonal".

Sin embargo, estos vecinos advierten de que el tránsito de los vehículos de emergencia no puede garantizarse cuando, como ha ocurrido en los últimos días, "se ha colocado una bandeja para la recogida de escombros justo en la salida superior, mientras la salida inferior está permanentemente bloqueada con coches aparcados en una zona donde escasea el aparcamiento".

Estos vecinos se preguntan qué ocurriría si se produce un incendio en un piso alto del edificio Vallesol o del edificio Belitope y se hace necesaria la intervención de un vehículo de bomberos dotado con escalera para rescatar apersonas atrapadas o amenazadas por el fuego. "Tendrían que llamar primero a una grúa para retirar los vehículos o la bandeja de escombros y eso podría poner en riesgo la vida de la gente", advierten.

Al margen del riesgo de no contar con un acceso libre y rápido para los vehículos de emergencias, estos vecinos recuerdan que en los dos inmuebles residen "muchas personas de edad avanzada o con problemas de movilidad, que hasta septiembre podían pedir permiso a la comunidad para que un vehículo pudiera llegar a la entrada principal del edificio Vallesol para dejarlos o recogerlos. Tampoco puede acceder un camión de mudanzas ni un servicio de reparto de compras".

La entrada de este inmueble se ubica justo en la parte central del paseo, que tiene una elevada pendiente, por lo que se hace difícil el tránsito de personas en silla de ruedas o con escasa movilidad.

Esta comunidad lamenta especialmente "el caso de un anciano de 94 años al que sus hijos podían recoger en la puerta del edificio para llevarlo a pasear. Desde septiembre, como no pueden acceder ocasionalmente con el vehículo por el paseo peatonal, este señor no ha podido salir de su casa".

A esta comunidad le sorprende que el ayuntamiento haya optado por bloquear totalmente el acceso de vehículos al paseo para evitar "el aparcamiento indiscriminado, en lugar de actuar y sancionar a los vehículos mal estacionados".

Este paseo se considera privado, por lo que el ayuntamiento no asume el cuidado de jardines, el alumbrado ni la limpieza. Los propios vecinos de Vallesol pagan un jardinero, compraron las farolas, abonan la luz y asumen la limpieza habitual. Para terminar con esta situación, plantean al consistorio la posibilidad de cederle la propiedad de un paseo que tiene "un evidente uso público".

Tanto el edificio Vallesol como el edificio Manuela, que comparten vados de salida de sus garajes, se quejan también de que la colocación de dos contenedores y una parada de guaguas convierte en "un riesgo permanente" la salida de sus estacionamientos. Para evitarlo proponen tres sencillas medidas: instalar espejos convexos para mejorar la visibilidad, subir el contenedor a la acera (y trasladar el de residuos vegetales a la calle Sebastián Padrón) y colocar pivotes de plástico para evitar aparcamientos inadecuados junto a la salida de los garajes.

La desratización y el adecuado mantenimiento de las palmeras y las zonas verdes del entorno son otras de sus demandas.