El villancico es la canción navideña por excelencia, son el clásico de la navidad y en muchos lugares se conservan tradiciones de coros de niños y adultos que recorren los barrios y los pueblos cantando villancicos a cambio del aguinaldo o de dulces típicos.

El villancico, como su propio nombre parece indicar, es ‘la canción de la villa’, una composición musical que servía para registrar la vida cotidiana de los pueblos y aldeas. Según algunos historiadores, este canto surgió en el siglo XIII, siendo difundido en España en los siglos XV y XVI, y en Latinoamérica desde el siglo XVII. En sus inicios fue una forma poética española y lo usaban como registro de los principales hechos de una comarca. A lo largo de la historia el villancico ha sufrido muchas transformaciones, hasta que en el siglo XIX su nombre quedó exclusivamente para denominar a los cantos que aluden a la Navidad. El villancico no sólo se consolidó como género, sino que se convirtió en el arquetipo de la ‘canción de Navidad’. Su temática se concentra en el niño Jesús, la Virgen María, San José, los Reyes Magos, los pastores y la Estrella de Belén.

Se pueden destacar entre los villancicos más populares títulos como ‘Campana sobre campana’ conocido en todos los países de habla hispana, de origen andaluz y autor desconocido. ‘Los peces en el río’ es una pieza de origen y autor desconocido, aun cuando en algunos párrafos se alcance a percibir cierta influencia árabe. ‘Blanca Navidad’ es otro de los villancicos imprescindibles, escrito por el compositor Irving Berlín en 1940, figura incluido en el Record Guinness como uno de los tema más vendidos en la historia. ‘Mi burrito sabanero’ es conocido también como ‘El Burrito de Belén, fue compuesto por el músico venezolano Hugo Blanco en 1975. ‘El tamborilero’, también conocido como ‘El niño del tambor’, se le atribuye la autoría a la pianista norteamericana Katherine Kennicott, al traducirlo al inglés de un supuesto original checo en 1941, en España fue popularizado en 1969 por el cantante Raphael. Y por último, ‘Noche de Paz’, quizás el villancico por excelencia, fue escrito en 1818 por Josef Mohr, el pastor de Oberndorf, un pueblo cerca de Salzburgo y el organista de la iglesia Franz Xaver Gruber, la sencilla melodía y el sentido poema fueron pasando de coro en coro y de iglesia en iglesia hasta alcanzar una enorme popularidad. En 1834, interpretaron «Noche de Paz» para el rey Federico Guillermo IV de Prusia. Le gustó tanto que ordenó a su coro de la catedral que la cantara cada Nochebuena. Veinte años después, la canción llegó a Estados Unidos y la cantaron, en alemán, en el Monumento a Alexander Hamilton, ubicado a las afueras de Nueva York. En 1863 fue traducida al inglés con el título ‘Silent Night’, el resto es historia, navideña.