Debilidad parlamentaria
El Gobierno ya asume una prórroga técnica de los Presupuestos ante la parálisis de las negociaciones
Pese a las dificultades y la distancia cada vez más patente con otros socios como Podemos y Junts, en el Ejecutivo aseguran que la intención sigue siendo presentar y llevar a votación el proyecto

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a su llegada a una sesión de control al Gobierno este martes. / Diego Radamés / Europa Press
Lo que para el Gobierno son negociaciones sobre los Presupuestos, para los socios son simples conversaciones genéricas, y no necesariamente centradas en el proyecto que pretende presentar Hacienda. Incluso alguno de los grupos parlamentarios con los que el Ejecutivo busca sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para 2026 niega contactos. El mes de septiembre se ha saldado sin avances y aunque Hacienda no pierde la confianza en conseguir “correr” para someterlo a votación de totalidad antes de final de año, en Moncloa asumen ya una prórroga técnica. Esto es, que el 2026 arranca sin unas cuentas en vigor.
La parálisis en las negociaciones, y la espera de aprobarse todavía el primer paso de la senda de estabilidad, hace pensar en Moncloa que la presentación de los Presupuestos se irá a noviembre, como calendario más realista. Un mes después del plazo marcado por la Constitución para remitirlos al Congreso (el artículo 134.3 establece que el Gobierno deberá presentarlos "al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior"). Calculan así que la tramitación se prolongaría hasta bien entrado el mes de enero. Frente a estos retrasos, en el Gobierno ponen el foco en que lo importante “es que los presentaremos y los llevaremos al Congreso”.
Mientras que Hacienda se limita a repetir que “pronto” se activará el procedimiento al estar ultimando la aprobación de los objetivos de déficit y el techo de gasto, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, reconocía este martes que la aritmética parlamentaria “te lleva a tener que alargar algo más los plazos. En lo que insisten es en la decisión política de llegar hasta le final, aun sin garantías de apoyo. De hecho, la presentación de la senda de estabilidad se hará con o sin consenso previo.
Si la tumba el Congreso, apuntan desde el Ejecutivo, los Presupuestos se elaborarán con los actuales objetivos de déficit. Las comunidades autónomas serían las principales perjudicadas, pues según avisan a modo de órdago desde el Gobierno la senda vigente es más beneficiosa para la Administración General del Estado (AGE). Con la nueva o con la actual, en el Ejecutivo señalan que lo importante es poner en marcha la tramitación.
Un paso con el que el Ejecutivo da muestras de su determinación, al contrario de la estrategia seguida en lo que va de legislatura. Lo hace, eso sí, tras fijar el mensaje de que no adelantará las elecciones si el Congreso no da su aval a la ley más importante que puede aprobar anualmente el Gobierno. Como repiten en Moncloa y el propio presidente del Gobierno, se busca agotar la legislatura, con o sin cuentas públicas. Se trataría la primera vez que ocurre desde la vuelta de la democracia, y en el Ejecutivo se adelantan a minimizar sus efectos, si así ocurriese.
Se apoyan para ello en los fondos de recuperación, que definen como unos ‘presupuestos bis’, en la buena marcha de la economía y en que los actuales presupuestos prorrogados tienen el sello del Gobierno de Sánchez. En esto último y en su carácter expansivo, que permite con modificaciones presupuestarias cuadrar las necesidades de los ministerios, se apoya uno de los ministros que se decantaba por no asumir riesgos cuando se produjo el debate sobre hasta dónde llegar con los Presupuestos si no se garantizan antes los apoyos. Asimismo, sostiene que se evitarían ahora dobles peajes, en referencia las exigencias que se planteen al margen de las contraídas ya en la investidura.
El test de estrés del decreto de embargo
Algunos grupos como ERC ya han puesto como línea roja para apoyar los Presupuestos que se desencalle la financiación singular para Catalunya, pactada para la investidura de Salvador Illa al frente de la Generalitat. Pese a las dificultades, y las distancias cada vez más patentes con otros socios como Podemos y Junts, en el Gobierno aseguran que la intención sigue siendo la misma. La "voluntad" del Gobierno es presentarlos, concluía este martes Pilar Alegría tras el Consejo de Ministros. En los pasillos del Senado, el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, insistía en la misma intención: “Vamos a presentar Presupuestos, claro que sí, estamos ultimando los detalles”.
La principal prueba de fuego sobre el estado de la relación con los grupos parlamentarios y para calibrar si Podemos está instalado en el ‘no a todo’ será la votación del decreto de embargo de armas a Israel. El Ejecutivo pretende llevarlo a convalidación en el pleno de la próxima semana, sin esperar a agotar los plazos, aunque no tiene los apoyos amarrados. Ni de Junts ni de los morados. La abstención de uno de estos socios, obligaría a que el otro votase a favor. Desde Moncloa no las tienen todas consigo, pero entienden que sería complicado cargar con el peso de tumbarlo por el hecho de considerarlo insuficiente. Además, aseguran que se abrirán a tramitarlo como proyecto de ley para poder pactar enmiendas.
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