El rearme español

El Ejército desarrolla su plan de guerra psicológica tras dos años estudiando la desinformación y el estrés del combate

Psicólogos militares han creado un programa de defensa contra ataques en el dominio cognitivo y resiliencia en colaboración con dos universidades

Un momento de un ejercicio de combate urbano de soldados de Infantería.

Un momento de un ejercicio de combate urbano de soldados de Infantería. / BRIPAC ET

Juan José Fernández

Juan José Fernández

Toledo

En pleno pico de estrés, en un choque militar de alta intensidad, un soldado bloqueado en el combate, paralizado y en shock por el miedo, el ruido y la violencia, no es solo un efectivo menos: requerirá además que al menos otro soldado tenga que atenderlo y tratar de sacarlo del área de peligro.

Y en medio de una guerra, una población en estado de confusión, en la que se haya conseguido inocular la división y la desconfianza hacia las autoridades, le hará mucho más cómodo y sencillo el ataque a un ejército agresor.

Ambos problemas, los dos principales de la guerra cognitiva, son campos de investigación para el Ejército de Tierra, que desarrolla su propio programa de defensa psicológica con manuales propios tras haber culminado recientemente un periodo de estudio de las reacciones de la mente bajo ataque.

Bajo presión

Por las pruebas de este programa han pasado soldados divididos en grupos sometidos a presión y grupos placebo. Ha sido necesario combinar grupos distintos para comprobar los efectos de las medidas adoptadas. A militares disparando bajo chorros de agua, estruendos, polvaredas… sometidos a esfuerzo físico y mental, se les han tomado multitud de medidas biológicas: índices de cortisol -la hormona del estrés- en sangre, sudor, tamaño de la pupila…

De la métrica de estas variables se han encargado técnicos de la Universidad de Almería. Otra universidad, la de Granada, está implicada también en las evaluaciones psicológicas a través de un órgano académico-operativo que se conoce como UGR-MADOC, por los nombres de la universidad y del Mando de Doctrina.

El resultado es un cúmulo de conocimientos sobre una materia que toma cuerpo propio en el aprendizaje de los militares: resiliencia en combate. De ella ha hablado este jueves en Toledo, en el Seminario Internacional de Seguridad y Defensa, el general de división Fernando Luis Morón, director del IDOM del Ejército.

Con esa siglas se alude a una rama del Mando de Adiestramiento y Doctrina, la de Investigación, Doctrina, Orgánica y Materiales de Defensa, que tiene su sede en Granada. En el foro organizado por la Asociación de Periodistas Europeos, Morón ha explicado las líneas de investigación seguidas hasta su plasmación en manuales que ahora son los que se utilizan para construir defensa psicológica en las unidades militares.

Dos soldados del Escalón Avanzado de la Brigada Paracaidista, durante el ejercicio Torment Alada 25

Dos soldados del Escalón Avanzado de la Brigada Paracaidista, durante el ejercicio Torment Alada 25 / ET

El objeto del estudio de esta materia es, sobre todo, hacer conscientes de su propio estado a los soldados, y “poder recuperar a tu gente”, explica el general Morón.

Claridad de juicio

Una de las escenas que flanquean la biografía del general Patton lo muestran abofeteando a un soldado en Sicilia, en un hospital de campaña de la II Guerra Mundial. Lo había encontrado en la enfermería, refugiado, incapaz de resistir el combate. Le pegó, le llamó cobarde y le obligó a volver al frente. Para Morón y sus colegas del Mando de Doctrina “eso fue un error”.

Lo es sobre todo por su ineficacia. La anécdota se comenta a los oficiales que han de aplicar programas de defensa en el campo cognitivo, la resiliencia en combate que hace el Ejército. Algunos se imparten también en las academias a contingentes de tropas extranjeras que han venido a España a formarse.

Hace dos años, en el marco de la Campaña Multinacional de Desarrollo de Capacidades, el Ejército de Tierra inició el diseño de un plan de "Contraguerra Cognitiva", repartido en diferentes módulos, en el que “se estudió qué mecanismos desarrollar para una adecuada defensa en ese dominio, el sexto en el que operar, después de los físicos tierra, mar, aire, el espacio… y el virtual del ciberespacio”, explica Morón.

El objetivo de esa investigación es que las Fuerzas Armadas tengan recursos para “preservar la capacidad de juicio, la claridad de juicio de nuestras organizaciones cuando se las somete a campañas de guerra cognitiva”, cuenta.

El general de división Fernando Luis Morón es jefe del órgano de investigación en doctrina y materiales del Ejército

El general de división Fernando Luis Morón es jefe del órgano de investigación en doctrina y materiales del Ejército / El Periódico

El marco de la específica resiliencia en combate es “la resiliencia general”, relata Morón. El soldado y el oficial que la poseen llegan a ser conscientes de su estado físico y mental, evaluarlo. Morón pone un ejemplo: “Napoleón perdió Waterloo por falta continuada de sueño”. Los militares españoles han comprobado cómo no dormir adecuadamente somete al individuo a un estado similar a “una embriaguez moderada” en la que, como un borracho, “admitirá más riesgos de los que asumiría si estuviera en perfectas condiciones”.

Plan español

Estados Unidos, Rusia, China, tienen sus propios programas de ataque y defensa en el campo cognitivo. España también, desde hace unos meses. En el comienzo del desarrollo de la capacidad militar de resiliencia ante ataques de guerra psicológica está también el MAPSIET. Así se denomina un proyecto de Mejora del Apoyo Psicológico a las unidades del Ejército que fue presentado en la Escuela de Guerra y Liderazgo a finales de noviembre de 2022 y que implicó a expertos en psicología terapéutica y social.

Los manuales de la “contraguerra cognitiva” que emplea el Ejército han pasado antes por una fase de “training to trainer”, o formación de formadores. Ha estado al frente de las investigaciones una comandante psicóloga, Elena Martín. La materia no es solo un ámbito de interés para psicoterapeutas con o sin uniforme: es también un campo de innovación dual, civil y militar, por el que se ha interesado el gobierno de la Región de Murcia a través de su Agencia de Desarrollo. Es el organismo que ha creado CAETRA, un programa con el que esa comunidad autónoma aspira a acoger el futuro CiTEC de Defensa, el Centro de Innovación Tecnológica en Espacio Cognitivo y Ciberdefensa, en el Parque Científico de Murcia.

A lo largo de los dos últimos años, el Ejército de Tierra ha reflexionado sobre los efectos de la alarma, la mentira organizada, la desinformación. Ahora las conclusiones de los estudios se imparten en unidades militares de toda España, y a contingentes que van a salir de rotación a alguna misión en el extranjero. La defensa española en el sexto escenario de las guerras, el dominio cognitivo, está aún en desarrollo. Tirando de un dicho de los aviadores, Morón explica: “Estamos construyendo el avión en vuelo”.

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