Cumbre de La Haya
Sánchez traslada al secretario general de la OTAN que se plantará a la subida del gasto militar
La hoja de ruta de la OTAN colocaba al PSOE, principalmente tras la crisis por el ‘caso Cerdán’, en una difícil posición con sus socios. Izquierda Unida valora que esta posición "va en la dirección correcta"
El jefe del Ejecutivo enarbola el sostenimiento del Estado bienestar como una de sus razones para oponerse a las intenciones de la OTAN y EEUU. Una línea roja que también habían trasmitido los socios

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, a 18 de junio de 2025, en Madrid (España). / Jesús Hellín - Europa Press
El Gobierno va al choque con la OTAN y EEUU, al tiempo que intenta con ello atornillar la mayoría de investidura en el medio del escándalo por el 'caso Cerdán' y mandar un mensaje de su determinación para estirar la legislatura con un cambio de rumbo en la agenda. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha trasmitido por carta al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que España no asumirá el compromiso para subir el gasto en defensa al 5% del PIB como se planteará en cumbre de la próxima semana en La Haya, por lo que pide quedar excluido de la declaración con este objetivo de gasto. “Quiero asegurarle que España seguirá cumpliendo con su deber en los próximos años y décadas, y seguirá contribuyendo activamente a la arquitectura de seguridad europea. Sin embargo, España no puede comprometerse en esta Cumbre con un objetivo específico de gasto en términos de PIB”, manifiesta el jefe del Ejecutivo en la misiva.
El Gobierno se aferra al 2% actual y amenaza así con romper la unanimidad de una decisión por la que empujan tanto el secretario general de la OTAN como EEUU. Para España, argumenta Sánchez, comprometerse con un objetivo del 5% no solo sería irrazonable, sino contraproducente, ya que nos alejaría del gasto óptimo y dificultaría los esfuerzos actuales de la UE para fortalecer su ecosistema de seguridad y defensa”.
Además de los argumentos relacionados con la operatividad o el esfuerzo previo realizado, Sánchez pone sobre la mesa, como razón para plantarse en el aumento del gasto militar, el sostenimiento del Estado de bienestar. Esta es precisamente la línea roja de los socios de investidura del arco progresista y que, en medio de los casos de corrupción que salpican al Gobierno, podría acabar precipitando un fin de la legislatura que el jefe del Ejecutivo no está dispuesto a firmar.
"Ese nivel de gasto sería incompatible con nuestro Estado del Bienestar y con nuestra visión del mundo", arremete Sánchez en la carta. "Las intenciones son poderosas, pero rara vez prevalecen sobre la realidad empírica. Y la realidad empírica es que, para España, como para otros países de la OTAN, alcanzar un gasto del 5% será imposible salvo que se acepte aumentar los impuestos a la clase media, recortar servicios públicos y prestaciones sociales a los ciudadanos y reducir nuestro compromiso con la transición ecológica y la cooperación internacional para el desarrollo", contrapone.
La hoja de ruta de la OTAN colocaba al PSOE, principalmente tras la crisis por el ‘caso Cerdán’, en una muy difícil posición con sus socios, incluido Sumar dentro de la coalición. Ante este escenario, en la Moncloa ya se preparaban estos días para un choque en la cumbre. Los colaboradores del jefe del Ejecutivo avanzaba que “nuestra posición será propia, autónoma y valiente”, pero la misiva a Rutte es un golpe en la línea de flotación de la próxima cumbre de la Alianza Atlántica, además de un choque directo con EEUU, al anticipar un rechazo por parte de uno de sus miembros.
Sánchez ya aprobó hace un mes y medio el aumento de estas partidas hasta el 2% del PIB -cifra a la que en su día se comprometió en 2014 el Ejecutivo de Mariano Rajoy-, una controvertida medida que suscitó mucho malestar en la mayoría de sus socios y que el presidente evitó someter a una votación del Congreso que no hubiese salido adelante sin el voto a favor del PP.
Sánchez sostiene que los actuales paquetes de Objetivos de Capacidad "fueron aprobados por nuestros ministros de Defensa en junio de 2025 y seguirán vigentes al menos hasta finales de la década". Por tanto, interpreta que diferentes países necesitarán invertir distintas cantidades para cumplirlos. "Algunos tendrán que llegar al 5% de su PIB. Otros, menos. Y esa asimetría debe ser respetada por completo, entre otras razones, porque está integrada en los propios principios operativos de la OTAN y porque se deriva de factores económicos (por ejemplo, costes laborales y de producción) que nada tienen que ver con el nivel de compromiso de cada Aliado con nuestra defensa colectiva".
Reivindica la soberanía de España para decidir
Según sus cálculos, "España, en concreto, necesitará un gasto del 2,1%, según las estimaciones de nuestras Fuerzas Armadas, una inversión suficiente para adquirir y mantener todo el personal, el equipo y las infraestructuras requeridas por la Alianza". El compromiso del Gobierno ahora mismo se limita así al 2% del PIB. Fuentes del Ministerio de Defensa aseguraban estos días que así está establecido tanto para este año como para el siguiente. Además, los mismos interlocutores del departamento que dirige Margarita Robles señalaban que si este porcentaje ya conlleva dificultades para la ejecución, el horizonte del 5% se hace prácticamente inviable con las actuales capacidades de la industria.
En el Ejecutivo sostenían, avanzándose a esta carta, que la posición de España en ningún caso supondría un veto porque España no bloqueará que cada país asuma el gasto según sus circunstancias y objetivos. Por ello, la posición de Sánchez está encaminada a una fórmula que "haga opcional el objetivo de gasto, o bien una que excluya a España de la aplicación del objetivo de gasto". Una excepción, como se habría hecho en otras ocasiones para otros aliados y para las que considera que "hay razones de peso para hacerlo ahora".
En la propia misiva, Sánchez apunta que "es legítimo que cada gobierno decida si está dispuesto o no a hacer esos sacrificios". A ello añade que "como Aliado soberano, nosotros elegimos no hacerlo". De ahí, que insista en que "elegimos encontrar un equilibrio entre la necesidad de aumentar el gasto en defensa y la de afrontar los demás retos sociales, económicos y medioambientales que nuestro mundo y nuestra ciudadanía enfrentan".
Desde IU, formación dentro del espacio de Sumar, han valorado que carta de Sánchez “y la posición adoptada van en la dirección correcta”. “Para dar estabilidad a la legislatura, a las medidas anticorrupción hay que añadirle medidas contra las políticas belicistas y el aumento del gasto militar”, defienden fuentes de la dirección. Con todo, añaden que “la paz se construye con medidas concretas, materiales y medible” y agitan el debate sobre la pertenencia a la Alianza: “Tal vez la decisión deba ser para qué y en qué condiciones continuamos formando parte de la OTAN”.
Suscríbete para seguir leyendo
- Una cadena hotelera compra dos edificios en Tenerife para dar techo a su plantilla
- Muere un hombre al ser arrollado por varios vehículos en la autopista del Sur de Tenerife
- Sancionados 15 motoristas por circular por un espacio protegido en Tenerife: 1.500 euros cada uno
- El apellido que domina la lucha canaria con mano de hierro... y mucho estilo
- Investigan si un niño se tiró de un balcón para huir de los malos tratos de un familiar en Tenerife
- Tenerife busca terrenos para construir un campo de tiro público
- El viento y la niebla dejan a centenares de pasajeros en tierra en Tenerife
- La familia de un preso fallecido en una cárcel canaria pide justicia