Crisis en Interior
El número dos de Interior deja el cargo en plena crisis por las críticas socialistas a la UCO y la compra de balas a Israel
Marlaska pierde a su principal hombre de confianza, Rafael Pérez, secretario de Estado de Seguridad, al que fuentes gubernamentales describen "agotado"

Marlaska y Pérez, el tándem que hasta ahora regía Interior, en una entrega de medallas de Protección Civil / Mariscal EFE

Nueva tormenta en el seno de Interior. El secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, número dos del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, va a dejar el cargo en los próximos días, según ha confirmado el ministerio. Pérez, al que una proposición de ley presentada este mismo martes colocaba en el centro de un futuro gran entramado de protección de entidades críticas, dejará el puesto "por motivos personales", según la versión oficial de Interior.
El cese en sus funciones se hará efectivo en la próxima reunión del Consejo de Ministros. Las fuentes consultadas en su entorno subrayan que se trata de "agotamiento tras siete años" en la sala de máquinas de Interior. No obstante, deja de ser mano derecha del ministro Marlaska en un momento muy delicado, en plena sucesión de polémicas y con el ambiente muy caliente en algunos sectores de la Guardia Civil.
La primera polémica está sin concluir, por la compra y marcha atrás de munición a una empresa Israelí que iba a suministrar al instituto armado, y cuyo contrato aún no se ha disuelto. La segunda es la difusión de grabaciones sobre un supuesto intento de sacar trapos sucios a Antonio Balas, teniente coronel jefe del área de investigación económica de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en el que habrían participado la socialista Leire Díez y varios abogados.
En este segundo flanco, el cese de Pérez se hace trascender mientras la directora de la Benemérita, Mercedes González, guarda silencio, sin una declaración pública de apoyo a sus agentes, como si hubiera desconexión entre el estamento político y el uniformado del Cuerpo. Ha sido Marlaska el que, desde este martes, ha insistido en su confianza en la UCO en el Congreso y en Moncloa. En la Cámara Baja incluso ha negado que ningún extremo de sus investigaciones haya podido salir a los medios desde esa unidad policial.
Para este miércoles, aprovechando la sesión en el Congreso, se espera que el ministro aporte explicaciones acerca del cese de su principal colaborador.
Mano derecha
Pérez, juez de profesión, ha sido inseparable colaborador de Grande-Marlaska desde su llegada a Interior, en julio de 2018. Primero, como jefe del Gabinete del ministro, y después, desde el 17 de enero de 2020, como secretario de Estado de Seguridad.
Fuentes de Interior se esfuerzan en negar que Marlaska pierda a su principal hombre de confianza por los dos asuntos que actualmente turban la vida del departamento -el caso de las balas israelís y la presión política que rodea a las pesquisas de la UCO sobre el caso Koldo, la esposa y el hermano del presidente del Gobierno- y difunden la versión de una despedida amistosa, si bien esta se precipita sin remedio al filtrarse el cese este mismo martes desde Moncloa.
Tras las elecciones de julio de 2023 había manifestado a algunos cercanos su "gran cansancio" y que tenía el plan de volver a una plaza judicial en Málaga
Un colaborador directo de Pérez le resta importancia al hecho de que el secretario de Estado se marche dejando a Marlaska en plena tormenta, abriendo la puerta a todo tipo de interpretaciones sobre una combustión de la dirección política de Interior: "Cada día sale alguna noticia que agita las aguas aquí. ¿Qué día es bueno para dejarlo en este ministerio?".
Ninguno últimamente. Si bien una parte de la oposición interna de jefes policiales y mandos de la Guardia Civil -como también la agitación de los sindicatos- se dirige directamente contra Marlaska, el desgaste en las tensiones diarias con altos cargos de uniforme -principalmente verde- lo digería el número dos.
Ahora bien, antes de la subida de temperatura en la UCO, la relación de Pérez con la cúpula de la Guardia Civil era "muy buena", refieren fuentes de ese ámbito. Había habido cierta tensión por el asunto del control de la seguridad en puertos y aeropuertos, pero el secretario de Estado había demostrado su esfuerzo por conservar funciones de los guardias.

Rafael Pérez saluda a guardias civiles en una jura de bandera en Baeza (Jaén) / GC
La salida de Rafael Pérez del ministerio se venía barajando desde hace tiempo, confirman fuentes gubernamentales. De hecho, en al menos dos ocasiones había pedido ya irse en conversaciones con Grande-Marlaska, una de ellas este año, y el ministro le había pedido que continuara un poco más. Tras las elecciones de julio de 2023, Pérez había manifestado su "gran cansancio" a algunos colaboradores cercanos. Tenía a su marido destinado como profesor de música en Córdoba y albergaba el plan de volver a una plaza en un juzgado de Málaga.
El pasado jueves, en la última reunión de la comisión de secretarios y subsecretarios, ya se trató su relevo, según estas mismas fuentes. En ese entorno se esperaba, de hecho, que el anuncio del cese se produciría este martes.
Marlaska tiene un nombre para sustituir a Rafael Pérez en un cargo que hoy no apetece a cualquiera, y para el que se ha buscado entre el escalafón de delegadas el Gobierno
Marlaska tiene ya un nombre para sustituir a Rafael Pérez, indican las fuentes consultadas; y una de ellas apunta que su compleja búsqueda ha sido lo que, en principio, habría retrasado el anuncio... hasta el punto de adelantarse las filtraciones desde el entorno de Moncloa. No se trata de un cargo que hoy apetezca a cualquiera, y para el que se ha buscado en el escalafón de delegadas del Gobierno. Ese nombramiento se trabajará también este jueves, en la siguiente reunión de secretarios y subsecretarios, en la que se despedirá el número 2 de Interior.
Sala de máquinas
Rafael Pérez lleva siete años en el corazón del ministerio del Interior. Toda la labor de coordinación de Policía y Guardia Civil, la tramitación y revisión del uso de fondos reservados, las relaciones internacionales del departamento y de los cuerpos de seguridad que dependen de él, la ejecución de políticas sobre inmigración irregular, la emisión de notas con instrucciones para las cúpulas de los cuerpos policiales y de Protección Civil, la renovación de cuarteles y comisarías, la autorización de documentación para agentes infilrados o encubiertos... toda esa labor de maquinaria ha estado pasando por sus manos.
También grandes marejadas políticas, como la tragedia en la valla de Melilla , o la batalla judicial contra el coronel Pérez de los Cobos, o la polémica sobre medios antes del asesinato de dos guardias civiles en el puerto de Barbate.
"Rafa se ha ganado el cielo", resume un viejo colaborador suyo. En Interior señalan un papel clave de Pérez en cuatro grandes planes de seguridad: la ofensiva contra el narco en Andalucía con el Plan Especial para el Campo de Gibraltar, la aplicación del Sistema VioGen 2, la Oficina Nacional contra las Violencias Sexuales, y el Plan Estratégico contra la Cibercriminalidad, de cuyos resultados hablaba precisamente este lunes el ministro Marlaska ante la Comisión Mixta de Seguridad Nacional.
Además, ha dirigido el incremento de plantillas en la Policía y la Guardia Civil y el despliegue de la inversión de 1.000 millones en la renovación de infraestructuras de la Seguridad del Estado.
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