ILP REGULARIZACIÓN

Podemos reta al Gobierno a regularizar a medio millón de migrantes por decreto: "Que no use a Junts y PNV como excusa"

El partido acusa al Gobierno de "buscar un titular"; niega negociación alguna y pide que lo apruebe en Consejo de Ministros

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, este martes en el Congreso.

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, este martes en el Congreso. / Alejandro Martínez Vélez - Eur / Europa Press

Madrid

Podemos reta al Gobierno a regularizar por real decreto al medio millón de migrantes que residen en España, en lugar de optar por la vía de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), que empezó a tramitarse en el Congreso en abril del año pasado con el apoyo de todos los partidos salvo Vox. Después de que PP y PSOE hayan bloqueado la norma durante más de un año, con el mecanismo habitual de prórroga indefinida del plazo de enmiendas-, el Ejecutivo ha decidido reactivar esta iniciativa y ha remitido una propuesta a los distintos grupos.

Pero Podemos acoge esta declaración de intenciones con un escepticismo absoluto. Dudan de la voluntad del Gobierno de aplicar efectivamente una medida así, y creen que la mayor prueba de voluntad sería llevar a cabo la regularización mediante un decreto ley, como llevó a cabo el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero en 2005, cuando se legalizaron a casi 600.000 personas.

"Ya era hora de que el Gobierno de España hiciera una reflexión", comenzó la diputada y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, este martes en rueda de prensa, donde consideró que la situación irregular de los migrantes "es caldo de cultivo para la explotación laboral". La dirigente negó tener "ninguna negociación con el Gobierno de España, un Gobierno que ha iniciado un rumbo con el que estamos diametralmente en desacuerdo", apuntó, insistiendo de nuevo en su oposición frontal al ejecutivo tras el plan de rearme.

"Si el Gobierno trae una iniciativa positiva para los españoles siempre se puede contar con los votos de Podemos, pero no estamos en ninguna negociación con el Gobierno de la guerra". En este punto, Belarra retó al Ejecutivo a impulsar la medida por la vía rápida y defendió que "si el Gobierno lo quisiera de verdad, y no solo buscando un titular, mañana mismo podría hacerlo y aprobar en Consejo de Ministros un real decreto como hizo Zapatero".

Fuentes de Podemos apuntan a que la ILP, que cuenta con más de 600.000 firmas, fue la única manera que encontraron las organizaciones de dar cauce parlamentario a esta demanda, que el Gobierno podría hacer efectiva de manera inmediata. "Esa iniciativa ILP es loable, pero si de verdad el Gobierno tiene voluntad de hacerlo, que la haga, pero que no utilice al PNV y Junts para no hacer lo que no quieren hacer", zanjó.

Impulso a la ILP

En los últimos días el Gobierno se ha empleado en impulsar séptima regularización extraordinaria de migrantes de la democracia. Este tipo de medidas fueron habituales en los años noventa y en la primera década de este siglo, pero desde 2005, cuando más de medio millón de personas obtuvieron documentación bajo el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, no se habían vuelto a aprobar. Ahora la Moncloa propone algo muy similar. Se trata de conceder permisos a casi 500.000 migrantes llegados a España antes de 2025, a través del desarrollo de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) cuyo borrador ya ha sido enviado a los grupos parlamentarios. 

La idea pasa por su entrada en vigor lo antes posible. Tanto los requisitos para la regularización (la ausencia de antecedentes penales por parte del migrante, la demostración de que reside en España desde antes del pasado 31 de diciembre y la certificación de la situación de vulnerabilidad) como el procedimiento en sí mismo quedarán regulados en un real decreto que deberá aprobarse en un plazo de seis meses desde que el Congreso dé el visto bueno a la iniciativa legislativa, algo que se espera para antes del verano. 

Pero los socialistas, como casi siempre en un Parlamento tan heterogéneo y fragmentado como el actual, no las tienen todas consigo. El PSOE cuenta con el apoyo de su socio de coalición, Sumar, y sus aliados de izquierda en la Cámara baja, que llevan meses presionando para dar el paso. Pero el PNV ha mostrado reticencias y Junts mantiene un discurso duro con la migración que va en la dirección contraria a lo impulsado desde la Moncloa. El PP, por último, no da muestras de querer apoyar la regularización, aunque la Iglesia Católica y organismos como Cáritas intentan mover a los conservadores. 

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