Von der Leyen obvia la dana en su discurso en el congreso del PPE y se centra en los aranceles de Trump y el apagón

Ni una referencia a los 232 muertos por la dana del 29 de octubre. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, obvió la tragedia que asoló la Comunitat Valenciana el año pasado en el discurso que este martes pronunció ante el plenario del congreso del Partido Popular Europeo (PPE) que se celebtar hasta el miércoles en la capital levantina. La máxima dirigente de la Unión Europea prefirió centrarse en la batalla comercial lanzada por Donald Trump y también en el apagón que afectó el lunes a España y Portugal. Tampoco Alberto Núñez Feijóo, que tomó la palaba justo antes que ella, hizo referencia a la dana.

Von der Leyen empezó su intervención elogiando el "civismo" de los ciudadanos de los dos países afectados por la caída del sistema eléctrico y agradeció la labor de las fuerzas de seguridad que trabajaron para mantener el orden. Después ya pasó a abordar las tensiones políticas y económicas que ha provocado Trump con la subida de los aranceles. La presidenta considera que, en esta coyuntura, "compensa que Europa sea fiable y previsible". "Ya tenemos la mayor red de acuerdos de libre comercio, con 76 países de todo el mundo. Ahora el mundo del comercio se vuelve hacia nosotros", señaló Von der Leyen que lamentó la "impredecible" política arancelaria de Trump.

Von der Leyen repasó los acuerdos comerciales que la Unión Europea concluyó desde el año pasado, "desde Mercosur hasta México y Suiza", y apuntó que continúa el trabajo con India, Indonesia, Emiratos Árabes Unidos, Filipinas y Malasia, entre otros.

Merz, recibido por Feijóo

También habló en el cónclave el líder de la CDU alemana, Friedrich Merz, previsiblemente próximo canciller del país germano. Merz, que fue recibido en la puerta de la Feria de València por Feijóo, subrayó que EEUU está "poniendo en peligro" la "alianza transatlántica en términos de defensa y también comerciales", además de "amenazando la cohesión del llamado mundo occidental". El dirigente alemán se mostró "convencido" de que es "el momento de Europa" y destacó que los retos son tan ingentes que es imposible "afrontarlos bilateralmente a nivel nacional". "Debemos asumir posiciones conjuntas y hablar con una voz conjunta", añadió antes de comprometerse a que su maís esté más presente en la política "europea" y la "internacional".

En sus comentarios sobre inmigración y cambio climático puso de manifiesto una vez más el giro a la derecha que ha hecho respecto a los planteamientos de la excancillera Angela Merkel. "Debemos reducir drásticamente la cantidad de migrantes irreuglares que llegan a nuestros países", dijo. También se burló de algunas decisiones de Bruselas, como la obligación a no separar los tapones de las botellas, y exclamó: "¡No acabemos con el respaldo popular a la Unión Europea con tanta tontería!".