Conflicto en la coalición
El choque dentro del Gobierno por el impuesto al SMI divide al PSOE y complica aún más los Presupuestos
La tributación del salario mínimo aumenta la distancia entre los socios del Ejecutivo y Montero, encargada de negociar de las cuentas públicas
Numerosos cargos socialistas asisten con incomodidad al enfrentamiento, mientras la Moncloa insiste en que no habrá marcha atrás

Sánchez, Montero y Díaz, en el Congreso de los Diputados. / JOSÉ LUIS ROCA
El acuerdo para solventar el choque dentro del Gobierno sobre la tributación del salario mínimo interprofesional (SMI) no llegará pronto ni será sencillo, anticipan fuentes de la Moncloa. “No hay prisa. Ahora vamos a intentar que se enfríe el tema y ya veremos cómo evoluciona”, señalan los colaboradores de Pedro Sánchez. La solución, ya sea a través de una fórmula intermedia o logrando convencer a Sumar de la conveniencia de que el SMI empiece a tributar por el impuesto sobre la renta tras haber subido 50 euros al mes, acabará abriéndose camino, como en “tantas otras ocasiones” en las que el Gobierno parecía en una situación sin salida y al final terminó encontrando la vía, argumentan.
Cuatro días después de que estallara con una virulencia inusitada, en la misma rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, con Yolanda Díaz dejando claro que estaba en contra de que el SMI empezase a tributar por el IRPF y llamara a la rebelión del Congreso contra la medida, el conflicto continúa enquistado. Ni la ministra de Trabajo ni la de Hacienda, María Jesús Montero, que comparten también el cargo de vicepresidenta, dan muestras de estar dispuestas a ceder en un enfrentamiento que divide al PSOE, aleja a sus socios parlamentarios y complica aún más la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de este año.
Los socialistas se mueven con incomodidad. La mayoría de los cargos consultados defiende que tras haber subido un 61% en los últimos siete años (de los 735 euros al mes con el PP a los 1.184 actuales), ha llegado la hora de que los perceptores del salario mínimo empiecen a pagar el impuesto sobre la renta, y que ese dinero es además fundamental para financiar la educación y sanidad. Pero la sensación es de incomprensión por cómo se ha gestionado, “convirtiendo una buena noticia [la nueva subida del SMI] en una mala”, resume un miembro de la dirección del partido. A partir de aquí, son numerosas las voces que defienden dar marcha atrás, porque consideran que este debate es “muy difícil de ganar” ante la opinión pública.
El Gobierno tiene al menos un mes por delante para llegar a un acuerdo con Sumar. "Vamos a intentar que se enfríe el choque", señalan los colaboradores del presidente
La soledad
El PSOE se encuentra ahora mismo solo en este complejo asunto. Tanto Sumar como el PP y Podemos han presentado proposiciones de ley para que, con fórmulas diferentes, suba el umbral exento y los perceptores del salario mínimo queden fuera de la tributación. Si no hay acuerdo con el socio minoritario de la coalición, Sánchez se encamina a una severa derrota parlamentaria, con casi todos sus aliados en la Cámara baja respaldando la posición de Sumar. “Le pido al PSOE que deje de cagarla”, dijo el miércoles el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. “Es la peor manera de empezar la reforma fiscal”, añadió Oskar Matute, de EH Bildu. “No tiene sentido”, concluyó dos días más tarde el secretario general de Junts, Jordi Turull. Solo el PNV se puso de perfil, argumentando que Euskadi tiene “su propio sistema fiscal”.
Todo a las puertas de la negociación de la senda de déficit y las cuentas públicas de este año, que debe pilotar Hacienda y se presentaba ya de por sí muy complicada, debido a las condiciones de Podemos y sobre todo a la necesidad de pactar antes con el partido de Carles Puigdemont el prometido traspaso a Catalunya de las competencias de inmigración.
La posición de Sánchez
De momento, Sumar ha elevado la presión, pero en la Moncloa insisten en que no habrá marcha atrás. Sánchez, aseguran sus colaboradores, está convencido de la necesidad de que el SMI empiece a tributar. Aun así, los mismos interlocutores reconocen que no sería la primera vez que el presidente da muestras de haber tomado una decisión inamovible y después la cambia, como ocurrió hace apenas dos semanas con el real decreto que contenía la revalorización de las pensiones y el escudo social, que el presidente dijo que no pensaba trocear y al final lo hizo, o con la iniciativa de Junts para que se someta a una cuestión de confianza, a la que los socialistas dieron el visto bueno para que se debata en el Congreso tras asegurar que no pensaban consentirlo.
En cualquier caso, el Ejecutivo tiene tiempo por delante. Falta todavía un mes para que la Mesa de la Cámara baja admita las proposiciones de Sumar, el PP y Podemos que solicitan que el SMI siga sin tributar, y al menos una o dos semanas más para que se aborden en el Pleno. La Moncloa quiere aprovechar este tiempo para rebajar los decibelios de este choque interno y hacer “pedagogía”, como dijo Montero.
Ausente durante los días anteriores debido a una gripe, la vicepresidenta primera y titular de Hacienda reapareció el viernes en Sevilla. En una intervención muy preparada, argumentó que el salario mínimo no estaba sujeto al IRPF cuando gobernaba el PP porque entonces la cantidad era de “subsistencia”, que en la mayoría de países europeos sus perceptores pagan el impuesto sobre la renta, que no dar este paso haría “insostenible” el aumento recién aprobado y los que están por llegar, que solo iban a estar sujetos a este tributo el 20% de este colectivo (los solteros sin hijos) y que la decisión supondrá recaudar hasta 2.000 millones de euros más y destinarlos a políticas sociales. También lanzó varios dardos soterrados a Díaz, jugando a asimilar a la vicepresidenta segunda con el “populismo fiscal” del PP. “España tiene que asegurar la sostenibilidad del Estado del bienestar, salvo que alguno no crea en ello”, dijo.
“Sumar tendrá que dar muchas explicaciones si llega a un acuerdo en el Congreso con el PP. Todo lo fiscal es una materia muy sensible, en el que casa mal la izquierda pura con la derecha”, anticipan en la Moncloa. Pero nadie en el círculo de Sánchez apuesta por llegar a este escenario. "Tiempo al tiempo", concluyen.
Suscríbete para seguir leyendo
- Una nueva DANA llega a Canarias: habrá cielos cubiertos y precipitaciones en las islas occidentales
- EL BOE confirma que la hora se cambiará diferente en Canarias hasta 2026
- Las grandes superficies se plantan y remiten un escrito al Ayuntamiento para que Santa Cruz 'abra los domingos
- Sarah Jessica Parker se toma una café en la plaza de la Catedral de La Laguna
- Carmen Morales actúa en El Sauzal: «Visitaré todos los lugares de la Isla en los que estuvo Agatha Christie»
- La desconocida cláusula en el contrato de Enric Gallego con el CD Tenerife
- Canarias busca resquicios jurídicos para tener una ley de residencia: Clavijo afirma que 'hay zonas donde no te sientes canario
- La problemática del aparcamiento continúa en el Aeropuerto Tenerife Norte: cierran un terraplen cercano con decenas de estacionamientos