Conflicto en la coalición
La Moncloa llama "populista" a Díaz y se queda sola en la defensa de la tributación del SMI
Los socialistas admiten su incomodidad con un debate "repleto de matices" que les aleja de sus socios de izquierda

María Jesús Montero y Yolanda Díaz, en el Congreso el pasado septiembre. / JOSÉ LUIS ROCA
Sentada en la misma mesa, ante decenas de periodistas, micrófonos y cámaras, la coalición del PSOE y Sumar ejerció este martes de Gobierno y oposición al mismo tiempo. Por la parte gubernamental, la portavoz del Ejecutivo, la socialista Pilar Alegría, quien defendió la necesidad de que el nuevo salario mínimo interprofesional (SMI) empiece a pagar en 2025 por el impuesto sobre la renta. Por la parte opositora, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, de Sumar, que compareció también en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para anunciar la nueva subida del SMI, de 50 euros al mes, y acabó cargando contra la decisión tributaria con una contundencia nunca antes conocida.
En unas declaraciones muy criticadas después por la Moncloa, la también titular de Trabajo lanzó básicamente cuatro ataques. Uno: que la “justicia fiscal debe empezar por arriba, no por abajo”. Dos: que el Gobierno acababa de hacer un “regalo fiscal” a los “rentistas”, al aprobar la exención del 100% del IRPF para los propietarios de viviendas que las alquilen a precios asequibles. Tres: que ella se había enterado por “la prensa” de la inclusión de los perceptores del SMI en el impuesto de la renta. Y cuatro: que el Congreso debía rebelarse contra esta medida, algo que su grupo parlamentario llevó a cabo poco después, anunciando una iniciativa para revertirla.
“Es populismo parlamentario fiscal llevado a la máxima expresión”, señalaron después fuentes de la Moncloa. El salario mínimo, recordaron los socialistas, ha pasado desde que Sánchez llegó al Gobierno, en 2018, de 10.302 euros brutos al año a 16.575 euros (un aumento del 60%), pero la mayoría de los perceptores de esta cantidad seguirán sin tributar. Lo harán, sobre todo, los contribuyentes solteros y sin hijos, con una media de 300 euros al año frente a los 700 del aumento recién aprobado. Aun así, en la Moncloa no desdeñan la recaudación que la medida traerá consigo.
Un ministro llegó a ofrecer el cálculo de unos 2.000 millones de euros al año. “Es el dinero equivalente a toda nuestra política de vivienda”, explicó. Fuentes de Hacienda, sin embargo, rebajaron ese cómputo sin ofrecer una cantidad alternativa. “No se puede soplar y sorber al mismo tiempo”, dijo otro estrecho colaborador de Pedro Sánchez, en referencia a la defensa que hace Díaz de políticas sociales que no se pueden acometer sin ingresos tributarios. “Nosotros hacemos justicia social por arriba. Pero hay que recordar, por ejemplo, que el mes pasado el Congreso [con los votos del PP, Vox, Junts y PNV] tumbó el impuesto a las energéticas”, añadió. Un tercer miembro del Consejo de Ministros aseguró que hace un año, cuando se aprobó otro aumento del SMI, Díaz se mostró a favor de que entrase dentro del impuesto sobre la renta. “Habrá que preguntarle por qué entonces sí y ahora no”, señaló.
Varios integrantes del Ejecutivo, sin embargo, reconocieron que no acababan de comprender por qué se había decidido confirmar la nueva tributación precisamente este martes, cuando el foco debería estar en la subida del salario mínimo y en el discurso que protagonizó Sánchez a primera hora en el Congreso ante los parlamentarios socialistas. Tanto la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, llevaban semanas abonando ese terreno, pero sin darlo del todo por hecho. “Es una decisión que le corresponde al Gobierno en su conjunto. Pero yo creo que vamos dando los pasos adecuados”, dijo Cuerpo hace diez días en una entrevista con EL PERIÓDICO.
Una nueva crisis
Y ahora, cuando el Ejecutivo había ganado oxígeno gracias al pacto con Junts que le permitió recuperar el decreto con la revalorización de las pensiones y el escudo social, ha estallado una nueva crisis en la coalición. La salida no se vislumbra rápida ni sencilla. Junto la proposición de ley de Sumar para que el SMI vuelva a quedar exento del IRPF tanto Podemos como el PP registraron también iniciativas en este sentido. Aunque ninguno de los dos miembros de la coalición se atreve a anticipar qué va a pasar en este conflicto, los socialistas admiten su incomodidad con este debate, que también contribuye a alejar al resto de socios de izquierda. “Es un asunto complicado y repleto de matices. Preocupa cómo lo va a interpretar la sociedad”, explicaron fuentes de la Moncloa, donde en cualquier caso se apuesta por llegar a un acuerdo.
“Seguro que lo arreglamos -pronosticó un alto cargo del ala socialista del Ejecutivo-. No podemos dar este espectáculo. ¿Cómo no vamos a arreglarlo? Si nos ponemos de acuerdo con Junts, ¿cómo no nos vamos a poner de acuerdo con Sumar?”.
- Hablan las grandes superficies: «Santa Cruz de Tenerife no se puede permitir estar cerrada los domingos»
- Cinco millones de euros para reparar el mayor canal de agua de Tenerife
- Golpe al narcotráfico en Canarias: incautan cerca de 800 kilos de hachís y detienen a diez miembros de una banda
- ¿Adónde se marchan los emigrantes isleños? Los países de acogida de los 'canarios por el mundo
- Guisos, uno de los mejores secretos (gastronómicos) de La Laguna
- Ángel Víctor Torres desvela que padece cáncer
- Detenido por emplear a inmigrantes irregulares en una lavandería de Canarias
- La Cabalgata de Los Cristianos llena de Carnaval la Milla de Oro
Un Jeep Avenger aún más aventurero y tecnológico

