Negociación 'in extremis'

Podem amenaza con no implicarse en la campaña de los Comuns si Sumar excluye a Montero

La radiografía que hacen los Comuns es que los morados no tienen en Catalunya el peso que tienen en otros territorios

La ministra de Igualdad, Irene Montero, con la alcaldesa Ada Coau y la líder de En Comú en el Parlament, Jéssica Albiach.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, con la alcaldesa Ada Coau y la líder de En Comú en el Parlament, Jéssica Albiach. / EFE

Sara González

En plena cuenta atrás para registrar la coalición, el armisticio entre Sumar y Podemos depende ahora de si la ministra Irene Montero formará parte o no de la lista de Yolanda Díaz para las elecciones generales. El toma y daca continúa y podría alargarse hasta el día 19 de junio, fecha límite que tienen los partidos para presentar sus candidaturas. Ni siquiera en Catalunya, donde En Comú Podem presume de haber minimizado la fragmentación del espacio, hay paz. Prueba de ello es que los morados han amenazado con no implicarse en la campaña de los Comuns si finalmente la número dos del partido a escala estatal queda fuera de la contienda electoral.

"Si no está Irene Montero en las listas, conmigo que no cuenten", ha publicado la líder de Podem Catalunya, Conchi Abellán, en Twitter. Según fuentes de la formación, detrás de esta afirmación está la decisión de desentenderse de la campaña catalana si la negociación a nivel estatal no llega a buen puerto. Acusan al partido de Ada Colau, principal puntal de Díaz y con una influencia determinante en Sumar, de no estar defendiendo a su ministra pese a que Jéssica Albiach, líder del espacio en el Parlament, dijo esta semana públicamente que cree que Montero no debería ser excluida si ella quiere formar parte de la candidatura.

Los morados insisten en que, a puerta cerrada, el veto existe. De hecho, los rifirrafes en el espacio en Catalunya se arrastran desde hace días también por la confección de la candidatura, ya que Podem acusa a los Comuns de "infravalorar" su representación y de, en la misma línea que denunció Pablo Iglesias, tratar de impedir que dirigentes del partido puedan ocupar puestos de salida, por lo que habían reclamado posiciones más relevantes. "Nosotros estamos en las calles, son ellos los que para continuar dependen de tener un sueldo de una institución", espetan.

La radiografía que hacen los Comuns es que los morados no tienen en Catalunya el peso que tienen en otros territorios. Las expectativas con las que Xavier Domènech en 2017 lideró las negociaciones para crear una confluencia superadora de siglas se fueron disipando por las reticencias a diluir identidades y por el pulso por las cuotas de representación de los actores implicados.

Finalmente ese proceso se quedó en el estadio de una coalición estable en el tiempo en el que Podem ha ido perdiendo dirigentes con representación -algunos de ellos por propia voluntad se han alineado con los Comuns- tanto en el Parlament como en el Ayuntamiento de Barcelona, de donde consideran que se les dejó fuera de los puestos con posibilidad de salida de forma deliberada. En paralelo, excargos de la extinta ICV son hoy algunos de los referentes del espacio, además de formar parte del círculo de confianza de Díaz. Los malos resultados electorales a nivel global en las municipales ha menguado también la musculatura de En Comú Podem, cuyo pilar fundamental era la alcaldía de Barcelona.

Las relaciones entre Podem y los Comuns se enturbiaron aún más en pleno pulso por las listas a raíz de que el partido de Ada Colau hiciera público que la dirección estatal de Podemos había amagado con concurrir en con ERC a las elecciones si no se atendían sus demandas, un supuesto que los republicanos desmintieron desde el primer momento dando a entender que todo era fruto de un farol en las negociaciones internas.