ELECCIONES GENERALES 23J

Yolanda Díaz trata de blindar Sumar del fuego cruzado entre sus futuros socios

La líder de Sumar insiste en desvincularse de la pugna después de que Colau acusara a Podemos de negociar una coalición con ERC

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, interviene durante un acto de Sumar.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, interviene durante un acto de Sumar. / EP

Ana Cabanillas

La batalla se recrudece entre los aliados de Yolanda Díaz a unas pocas horas de que expire el plazo para registrar la coalición de Sumar para las generales del 23 de julio. Los reproches entre las distintas fuerzas han subido de nivel en las últimas horas, pero la candidata gallega se mantiene ajena al fuego cruzado para preservar los posibles acuerdos con Podemos y el resto de fuerzas. 

La vicepresidenta segunda y su equipo continúan negociando a contrarreloj, con el objetivo de anunciar los pactos entre hoy y mañana, antes de la fecha límite del viernes. En este escenario, la gallega trata de aislar su proyecto del escenario de confrontación, con el objetivo de evitar el desgaste a un proyecto que acaba de ver la luz y, sobre todo, de blindar las conversaciones con los distintos partidos que, según defienden, no se ven afectadas por estas pugnas

Esta semana ha marcado un punto de inflexión en el cariz de enfrentamiento a la izquierda del PSOE. Podemos, por una parte, y Catalunya en ComúCompromís Más Madrid, por otra, han exhibido el estado de ánimo a la izquierda del PSOE, con partidos que han hecho pública su aversión y que sin embargo están condenados a convivir durante una legislatura en caso de que todos sellen un acuerdo con Sumar.

Órdago fallido

Este martes los comuns, el partido de Ada Colau, llegó a acusar a la dirección de Podemos de estar negociando en paralelo dos posibles acuerdos, uno con Sumar y otro para ir en coalición con ERC a las elecciones generales en caso de que no hubiera pacto con Yolanda Díaz. El partido independentista, abiertamente enfrentado a la ministra de Trabajo y a los comuns por la reforma laboral, se precipitó a negar cualquier conversación con Podemos al respecto. En la dirección del partido de Ione Belarra, en cambio, guardaron un silencio absoluto y a día de hoy no se han pronunciado sobre esta acusación. 

La relación entre Podemos y Colau es tensa desde hace meses, y se hizo evidente en campaña electoral, cuando las ministras moradas evitaron respaldar a la alcaldesa de Barcelona, que se enfrentaba a una cita electoral clave. Y la tensión no ha hecho más que aumentar a raíz de las negociaciones que mantienen, en paralelo, con Sumar.

En esas conversaciones, ambas fuerzas han puesto sobre la mesa sus peticiones, y la petición de Podemos pasaba por reclamar dos puestos de salida en Barcleona para asegurar la elección de sus personas de confianza. Una cuota donde no admitían a perfiles como Jaume Asens Mar García que, aunque formalmente pertenecen a Podemos, los morados no asumían como propios, al considerarlos más partidarios de Colau. 

La conversación entre comuns y morados giraba en torno a este asunto cuando, en un momento dado, un miembro de la ejecutiva de Podemos, extremadamente próxima a Ione Belarra, lanzó una advertencia: en caso de no aceptar su propuesta, estaba sobre la mesa la posibilidad de un acuerdo con ERC, señalan fuentes conocedoras.

El órdago lanzado por los morados en medio de las negociaciones iría encaminado a presionar y ganar territorio pero, lejos de su objetivo, terminó saltando por los aires unas horas después, cuando los comuns denunciaron públicamente lo que consideraron una negociación “paralela” a la de Sumar. 

"No afecta nada"

En el equipo de Yolanda Díaz insisten en desvincularse de este episodio y defienden que este cruce de acusaciones “no afecta nada” a las negociaciones que mantiene la dirigente estas horas, y que se siguen desarrollando con normalidad. De momento estas conversaciones ya se han saldado con un primer acuerdo con Drago, el partido de Alberto Rodríguez.

Otras voces del espacio apuntan a que la acusación de los comuns puede haber dejado a Podemos en una situación de mayor debilidad aún después del fiasco del 28 de mayo, donde perdieron todos los gobiernos autonómicos salvo Navarra. El hecho de que se hayan aireado estas advertencias anula la posibilidad de emplear esa baza para presionar a los comuns, al mismo tiempo en que esta opción se ha visto también desautorizada por los republicanos. 

El papel de Iglesias

Entre los comuns es patente el malestar con la formación morada, después de que el lunes por la noche Pablo Iglesias les acusara directamente, al igual que a Compromís o Más Madrid, de vetar a Podemos en el reparto. “Hay tres territorios, donde hay tres fuerzas políticas que están diciendo abiertamente 'con Podemos, no': Madrid, Comunidad Valenciana y Cataluña. Allí hay tres partidos de ámbito territorial (en referencia a Más Madrid, Compromís y los Comunes), que dicen 'aquí nosotros solos", denunció en Cadena Ser el ex líder del partido, que dijo estar trasladando lo “que me pide mi secretaria general”, Ione Belarra

Sin embargo, el desconcierto va en aumento en Podemos, donde se asoma cierta falta de coordinación entre los mensajes de Iglesias y los de la ejecutiva del partido, que unas horas antes había asegurado que “toda la organización”, de manera “unánime” abogaba por la unidad, evitando reproches directos aunque advirtiendo, eso sí, que “las exclusiones y los vetos torpedean la unidad”. Se referían al malestar existente en algunas formaciones por la presencia de Irene Montero o Pablo Echenique en Sumar.

Este lunes Compromís, Más Madrid o Catalunya en Comú, negaban haber impuesto ningún veto en las negociaciones con Sumar. Ya el pasado viernes, preguntada por la posibilidad de que Montero o Ione Belarra dieran un paso atrás para preservar el acuerdo, la propia Yolanda Díaz trasladó la responsabilidad a las interesadas, no sin antes alabar el paso atrás de Alberto Garzón y Ada Colau y agradecer su “generosidad”.