Elecciones 28M

El alcalde de las seis mayorías absolutas

Ximo Segarra ha enlazado una victoria tras otra desde 2003, la primera vez que obtuvo la vara de mando en Benaguasil | Cree que los políticos "no tenemos que ponernos un altar" porque hay trabajos "más difíciles, peligrosos y sacrificados"

Ximo Segarra, alcalde durante seis mandatos de Benaguasil.

Ximo Segarra, alcalde durante seis mandatos de Benaguasil. / L-EMV

Amparo Soria

Ximo Segarra lleva vinculado a la política activa desde hace 28 años. Siempre lo ha hecho en Benaguasil, donde ha nacido, crecido y trabajado; allí se ha asentado y a su pueblo ha dedicado casi toda su vida laboral, a excepción de diez años en los que ejerció como abogado. El pasado domingo, Segarra volvió a firmar una renovación de contrato con su pueblo por cuatro años más, lo que le convertirá en uno de los alcaldes más longevos de la Comunidad Valenciana. Serán, si todo va bien, 24 años con la vara de mando de un municipio que -casi- solo conoce la gobernanza del Partido Popular, que entró en el consistorio en 1991.

Un poco después entró Segarra como concejal del primer edil de los populares, Joaquín Herráez. Dos mandatos después, le sustituyó como cabeza de lista y ganó sus primeras elecciones. La clave de esta salud política solo es una: "Que te guste trabajar en lo que estás haciendo, con eso ya tienes una notable diferencia con los demás, no hay ningún secreto especial", reconoció a este diario. 

Sin que haya, según él, ninguna clave evidente, lo cierto es que ha ido fulminando a todos los candidatos de los partidos en la oposición. El mejor resultado de las últimas convocatorias lo ha obtenido la diputada Rosa Peris, por el PSPV, que ha logrado cuatro concejales, pero Segarra ha sacado nueve, los mismos que hace cinco años. 

No será porque la oposición no ha tratado de desgastar al PP de Segarra: a lo largo de este último mandato se han interpuesto una veintena de denuncias, quejas e instancias en todos los tribunales y órganos civiles posibles. Desde la Fiscalía hasta los diversos juzgados que han lidiado con estas causas han archivado las denuncias contra él, aunque no todas contra el ayuntamiento.

El desgaste no ha servido de nada, porque de nuevo Benaguasil se ha volcado con el alcalde que, dice, vive sin horas. "Si eres un médico y eres uno bueno, operas a las 4 de la tarde o a las 8 de la mañana, y todo el mundo lo aprecia", dice. "De alcalde no tienes horario, y eso es lo que se espera: te paran por la calle, los atiendes e intentas solucionar los problemas, y cuando hay una emergencia, estás ahí, a pie de cañón", sentencia. 

Una de ellas, la más amarga para Segarra, fue la pandemia. Sin precedentes, sin indicaciones y con una incertidumbre que lo cubría todo. "Atendíamos a criterios nacionales y autonómicos y no siempre pudimos tomar decisiones que considerábamos adecuadas para el pueblo", dice. "No hay mandatos más amargos que otros, miro los que han sido más o menos duros para el pueblo", y eso tiene que ver con la prosperidad. El alcalde ha vivido todos los ciclos económicos internacionales, nacionales y autonómicos desde el ayuntamiento, y los mejores momentos "siempre son cuando hay inversiones". 

Segarra estuvo ahí cuando se proyectó en 2009 el PAI de Molí Nou con 4.500 viviendas, hípica y campo de golf, pero también lidió con su cancelación, años más tarde, y con su posterior reactivación, en 2021, que volvió a ser frustrada. Es solo un ejemplo de los tantos con los que Segarra ha lidiado, y no solo como alcalde sino también como diputado provincial, desde donde ha impulsado inversiones para Benaguasil en materia de urbanismo, movilidad, sostenibilidad y dotaciones públicas. "Siempre que puedas mejorar el pueblo, es un buen mandato", dice. 

Reconoce que no es fácil gestionar tantos años de alcaldía, pero resta importancia a su gobierno. No quiere heroicismos, y reconoce que hay trabajos que desgastan mucho más, o son peligrosos: "No tenemos que ponernos en un altar, esto es una elección, nadie está aquí obligado y cuando está, es para darlo todo, no para quejarse", zanja. 

En este sentido, cree que lo más gratificante es ayudar a los vecinos, y así lo recordó una de sus dos hijas, Sofía, que se encargó de presentar la candidatura de su padre durante esta campaña electoral destacando que la vida de su padre había estado volcada a su pueblo. Segarra, emocionado, explicó a este diario que más allá de las grandes políticas, "lo más bonito es cuando confían en ti, no necesariamente en las grandes cosas, pero que te pidan que oficies un matrimonio es una muestra de confianza tangible".