Elecciones 28M

Catalá recupera la alcaldía de València para el PP y tendrá que gobernar con Vox

Los populares consiguen 13 concejales, que sumados a los 4 de Vox le dan la mayoría absoluta

María José Catalá celebra los resultados electorales

María José Catalá celebra los resultados electorales / JORGE GIL/EUROPA PRESS

José Parrilla

Las encuestas daban un resultado muy ajustado y ajustado estuvo finalmente en estas elecciones municipales. Pero esta vez la balanza se ha inclinado por el lado del Partido Popular, cuya candidata, María José Catalá, será, salvo sorpresa, la nueva alcaldesa de València. El bloque de izquierdas ha acusado el desgaste de estos ocho años de gobierno y aunque el Partido Socialista, socio minoritario de la coalición, ha aguantado el resultado, el alcalde, Joan Ribó, candidato de Compromís por cuarta vez, ha perdido un concejal, suficiente para perder también la alcaldía en unas elecciones tan reñidas.

Desde el principio de la noche y hasta el cierre del escrutinio, el Partido Popular se mantuvo firme, con 13 concejales, como primera fuerza de la ciudad y además con todas las opciones de gobierno al sumar la mayoría absoluta con la formación de extrema derecha Vox, que dobla sus resultados y llega a los 4 ediles. María José Catalá se coloca en situación de recuperar la alcaldía para los populares, que la habían dejado en el año 2015 después de 24 años de mayorías absolutas de Rita Barberá. La que también fuera alcaldesa de Torrent, devuelve al Partido Popular la hegemonía también en la capital, abriendo una nueva etapa completamente distinta desde el punto de vista político. Un cambio de rumbo con todas las letras.

Un concejal lo decide todo

Por su parte, en la izquierda los resultados han sido similares a los de 2019, pero ligeramente por debajo, concretamente en Compromís. El alcalde y candidato de la formación valencianista, Joan Ribó, que había ganado las últimas elecciones con 10 concejales, se ha quedado esta vez en 9, una caída mínima pero definitiva para perder la alcaldía después de ocho años en el sillón presidencial.

Su socio de gobierno en este mandato, el Partido Socialista, a cuyo frente ha estado la vicealcaldesa Sandra Gómez, ha aguantado los 7 concejales de 2019, un resultado insuficiente para salvar la coalición y el Govern del Rialto. Su propósito era doble: mantener el gobierno de izquierdas y superar a sus socios para liderar un nuevo gobierno progresista, pero finalmente los resultados han sido esquivos en ambos sentidos.

Por lo que se refiere a Ciudadanos Unides Podem-Esquerra Unida, ambas formaciones se han quedado fuera, además con menos del 3%, lejos del 5% que la ley electoral exige para tener representación en las corporaciones locales.

 Fernando Giner, por Ciudadanos, siempre jugó con las encuestas en contra y, sobre todo, con el declive del partido a nivel nacional. Nada ha podido hacer por salvar la marca, pese a que hasta el último momento luchó por obtener una representación, aunque fuera muy lejos de los 6 concejales que consiguió en las últimas municipales.

De Unides Podem-Esquerra Unida puede decirse algo similar. Su candidata Pilar Lima aspiraba a llegar al 5% y obtener representación, pero finalmente no ha sido así.

Si alguna de estas dos formación hubiera conseguido representación, la correlación de fuerzas a derecha e izquierda podría haber cambiado sensiblemente.

Futuro de los candidatos

Con estos resultados, ahora quedan dos cuestiones por resolverse. La primera es el tipo de gobierno que formará María José Catalá. La ley electoral le permite gobernar en minoría, sin necesidad de formar coalición con Vox, pero no cabe duda de que la estabilidad la conseguiría firmando un pacto de gobierno de las dos formaciones conservadoras.

Una cosa u otra dependerá en gran medida de la estrategia que marque la dirección nacional tanto para la Generalitat como para el ayuntamiento.

La otra cuestión importante es el futuro de varios de los candidatos. Joan Ribó, que ya dudó mucho si presentarse a estas elecciones, deber decidir qué hace en el futuro, si seguir como jefe de la oposición o ceder el liderazgo de Compromís en València con vistas a una nueva candidatura.

También en duda está el futuro de la representante socialista, Sandra Gómez, que tiene el control orgánico del partido y, a su edad, está en condiciones de seguir perseverando en el empeño de recuperar la alcaldía para el Partido Socialista 32 años después de la salida de Clementina Ródenas.

Y todo está en el aire respecto a Ciudadanos y Unides Podem-Esquerra Unida. Quedar fuera de la corporación obliga a repensar mucho el futuro de ambas formaciones.