Accidentado final de campaña

La compra de votos añade incertidumbre en el PSOE y desata el optimismo en el PP

Los barones socialistas se ven blindados ante el escándalo pero la preocupación cunde en Andalucía. | El PP asegura que este asunto y la implicación del número dos del PSOE andaluz en un presunto secuestro es un "regalo" y un "empujón" con el que no contaban

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este jueves en el único mitin que ha protagonizado en Madrid, con Reyes Maroto y Juan Lobato.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este jueves en el único mitin que ha protagonizado en Madrid, con Reyes Maroto y Juan Lobato. / EFE

Marisol Hernández | Paloma Esteban

Una granizada de noticias sobre supuestos fraudes electorales en varios puntos de España ha convertido este final de campaña en uno de los más enfangados de los últimos años. A la gran incertidumbre de la cita del 28 de mayo, con resultados muy ajustados entre el bloque de la derecha y de la izquierda en varias autonomías, se añade ahora la enorme confusión de estas últimas horas, con detenciones e investigaciones judiciales por compra de votos e irregularidades en el sufragio por correo. 

Esta inesperada tormenta está azotando, sobre todo, al PSOE, que tiene a cargos implicados en distintos municipios, y al número dos del partido en Andalucía, Noel López, señalado ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía como “presunto inductor" del secuestro de una concejal socialista en Maracena (provincia de Granada). Un caso muy turbio del que se ha levantado el secreto de sumario justo este jueves y que deja a los socialistas en una posición muy delicada en toda España y debilita, a sólo tres días de ir a votar, las siglas. 

Precisamente, el PSOE es el que más se la juega en las elecciones del domingo porque tiene más gobiernos que defender. Pretende conservar La Rioja, Navarra, Aragón, Canarias, Asturias, Baleares, la Comunidad Valenciana, Extremadura y Castilla-La Mancha, conquistar el Ayuntamiento de Barcelona y retener el de Sevilla. El examen para el PP también es importante. Pero se presenta para mejorar nota, ampliar su poder municipal y añadir alguna de las regiones socialistas a Madrid y Murcia, que ven totalmente aseguradas. En las últimas horas, por el cúmulo de informaciones negativas para el PSOE, en Génova han elevado sus expectativas.

La campaña nacional del PSOE ha estado muy por debajo de sus expectativas y, según distintas fuentes, no está logrando la movilización que perseguía. La presencia de etarras en la candidatura de EH Bildu que se coló en el debate de los primeros días ya sacó a los socialistas de su carril, distrajo de sus objetivos a los candidatos autonómicos y municipales, y restó foco a la catarata de anuncios del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Ahora, el colofón de la compra de votos está siendo un auténtico calvario, sobre todo en Andalucía. El pasado martes dirigentes socialistas admitían que todo estaba abierto en varias capitales, como Sevilla, Huelva, Cádiz o Granada, informa Isabel Morillo. El PP, en cambio, da por seguras todas las provincias con la excepción sevillana y gaditana.

El objetivo del PSOE estos días era movilizar a sus votantes indecisos, los que aún no tienen claro si acudirán a las urnas o si apostarán por ellos o por otra formación progresista. Este propósito parece ahora más complicado con las últimas noticias. El presunto fraude en Mojácar provocó un desconcierto enorme. Pero la petición de imputación del secretario de Organización del PSOE-A en un caso de secuestro ha dejado al partido mudo y ahora todo está más embarrado que nunca en unas municipales en Andalucía.

El PSOE no lo ve peor que hace una semana

Pese a que la situación es más incierta en el resto de España, la dirección socialista mantiene sus expectativas. No ve las cosas peor que hace una semana. Defiende que, según sus datos, no hay suma de la derecha en las tres regiones más disputadas -Comunidad Valenciana, Aragón y Baleares- y se aferran a que quedan horas para lograr una mayor movilización. 

Estas sensaciones son también las que tienen a nivel territorial. En Valencia insisten, un día más, que los tracking —el sondeo diario con una pequeña muestra— "nos van bien". "Empate con el PP en la pugna por ser primera fuerza y buen resultado de Compromís y Podemos que permiten reeditar el pacto de izquierdas", y "recuperando voto de la abstención". Ni en Baleares ni en Aragón ven tampoco que exista un riesgo añadido con los casos de compra de votos. Si acaso, destacan, será un factor electoral en las zonas donde se haya producido. En las tres regiones consideran que tienen las mismas posibilidades de ganar que hace unos días. La preocupación se centra solo en cuestiones de carácter local.  

Salvo en Andalucía, las noticias sobre presunta corrupción se observan con mucha distancia en el resto del partido y no generan preocupación en las autonomías donde la victoria (o al menos la posibilidad de gobernar) se ve más asentada como Navarra, Asturias, Canarias, Extremadura y Castilla-La Mancha. Únicamente se reconoce que La Rioja puede pasar a manos del PP. 

“Un regalo. Desmoviliza al PSOE”

Pero los populares enmiendan frontalmente el análisis socialista. El escándalo de la compra de votos en distintos municipios y ahora el suceso del secuestro de una edil de Maracena lo viven como una suerte de “empujón final” con el que, admiten en Génova, “no contaban en absoluto”. El panorama del 28-M sigue, en términos generales, ajustado. Pero desde antes de que empezara la campaña el PP venía manteniendo que sería el vencedor de las elecciones. Ahora, en las horas previas a que termine, las sensaciones han ido a más.

En la dirección nacional creen que habrá una “victoria con holgura” sobre el PSOE, y no descartan que la diferencia sea mayor tras estas últimas noticias, que en Génova piensan que “desmovilizan a la izquierda”. “Esto ha sido una especie de regalo”, destacan.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Mercado Central de Valencia, que visitó tras otro acto en la ciudad en las horas finales de la campaña.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Mercado Central de Valencia, que visitó tras otro acto en la ciudad en las horas finales de la campaña. / Ana Escobar

Este viernes, Feijóo hará actos en Alicante, Albacete y finalmente en Madrid, junto a Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida. En su equipo reconocen que la polémica de la compra de votos será una parte central de las intervenciones que haga. Mientras, el PSOE elude hablar de este tema. Sánchez protagonizó este jueves su único mitin con Reyes Maroto y Juan Lobato, y lo más concreto que dijo es que el PP quiere "embarrar" la campaña. Una acusación que también lanzan desde Ferraz: "Se está revelando un problema que habrá que reflexionar en el futuro, y dejar de hacer electoralismo barato y crear desafección en los ciudadanos".

En Madrid, la situación del PSOE ya es de por sí complicada pero también viven lo ocurrido en otras comunidades autónomas como algo lejano. Sin embargo, en el equipo de Ayuso han visto la debilidad de la formación de Sánchez y no han dudado en sembrar dudas. Lo dijo su número dos, Alfonso Serrano, en el debate de candidatos a la Comunidad de Madrid en TVE: “No sabemos hasta qué punto afecta a Madrid”, informa Elena Marín.

La realidad es que los escándalos han dado munición al PP, que ha desplegado un discurso muy duro contra el PSOE. La idea era que los vicesecretarios atacaran por ese flanco y Feijóo se mantuviera al margen. Pero los acontecimientos, explican en Génova, han terminado provocando que el asunto melillense y ahora las detenciones en otros lugares de España por la compra de votos que afectan a cargos socialistas copen todos los mensajes del PP. También los del líder nacional. El PP exige explicaciones inmediatas y que el PSOE fije una posición más clara sobre lo ocurrido.

Podemos cree que la corrupción no afecta

En Podemos, cuyo resultado es fundamental para que el PSOE pueda retener sus gobiernos, no se dan por aludidos. Sólo este jueves, días después de que estallara, se pronunció Ione Belarra para atribuir estas prácticas al “bipartidismo” —aunque no hay detenidos populares, por el momento— y para presentarse como “la alternativa” a este sistema. Más allá de eso, Podemos ha evitado criticar directamente al PSOE, informa Ana Cabanillas.

El principal efecto para los morados es que donde caiga el PSOE ellos tendrán menos opciones de entrar en las instituciones. Sin embargo, algunas voces del partido se muestran escépticas con los efectos que puedan tener estos casos en el electorado. “En todo caso afectará a los partidos que han comprado votos, como Coalición por Melilla, PSOE o PP”, apuntan dirigentes de Podemos que, sin embargo, creen que “los casos de corrupción no condicionan mucho el voto porque socialmente están asumidos como parte del sistema”. Citan “los centenares de imputados en el anterior gobierno del PP, que no han impedido que ahora les vuelvan a votar”.

Con estos mimbres, los partidos encaran las decisivas elecciones del domingo, que marcarán el futuro de 12 comunidades y dos ciudades autónomas, además de todos los ayuntamientos del país, y aclararán si España se aboca o no a un cambio de ciclo electoral.