Sánchez busca el voto de las mujeres e impondrá también la paridad en los órganos constitucionales

El PSOE sigue con su política de anuncios en la recta final de la campaña electoral y fía todo a su gestión en estos tres años y medio de legislatura y a sus últimas promesas que, a diferencia del PP, pueden aprobar de manera inmediata. Y eso lo que sucederá este martes, una vez más. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado el mitin de este lunes en Santander (Cantabria) para adelantar que el Consejo de Ministros dará definitivamente el visto bueno a la primera Ley de Representación Paritaria y presencia equilibrada de hombres y mujeres en órganos de decisión, que afectará también a los órganos constitucionales del Estado.

Este texto, concebido inicialmente para que la igualdad se normalice también en la empresa privada, se había aprobado en primera vuelta pero no incorporaba esta novedad. Ahora se ha incluido que su radio de acción se amplíe al Tribunal Constitucional, el Consejo de Estado, el Tribunal de Cuentas, el Consejo Fiscal y el Consejo General del Poder Judicial.

La nueva norma, por el momento que se escoge para su aprobación, parece una apelación directa al voto femenino, que es una de las grandes fortalezas del PSOE históricamente y que se había puesto en riesgo por los efectos de la ley del 'sólo sí es sí', que ha posibilitado la rebaja de penas e incluso excarcelaciones a un millar de delincuentes sexuales.

La guerra abierta con Podemos

Esta ley que obligará a que haya una presencia de al menos el 40% de mujeres en los consejos de administración de las grandes empresas, los colegios profesionales y los jurados de reconocimientos públicos, además del Gobierno, los órganos del Estado y las listas electorales, supone una pugna abierta con Podemos por la bandera del feminismo que la formación morada, desde el Ministerio de Igualdad, ha tratado de apropiarse.

Con el argumento de que estaba vinculada al ámbito empresarial, la ley de Paridad recayó en manos de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en lugar de la ministra de Igualdad, Irene Montero, a quien ni siquiera se dejó comparecer en la víspera del 8-M. Las mujeres son un segmento de la sociedad muy proclive al PSOE, a diferencia de Unidas Podemos, que tienen un voto eminentemente masculino. Constituyen, destacan fuentes socialistas, "el grupo más importante de nuestro electorado" y, por tanto, son un actor político de primer orden.

Su importancia para el PSOE ya se puso de manifiesto con mucha claridad en enero pasado, en el choque institucional con Castilla y León, por el intento de Vox de aplicar medidas antiabortistas. El Gobierno envió un requerimiento a la Junta para que "abstenerse de aprobar o aplicar" medidas contrarias a la legislación vigente pero, además, en medio de la crisis del 'sí es sí', dirigió su discurso político al voto femenino alertando de que la suma de PP y Vox es una amenaza para los derechos de la mujeres.

Ese mensaje se ha mantenido en el tiempo y, de hecho en el mitin de Santander no han faltado las críticas al PP por ser contrario a las cuotas, pero ahora los socialistas, en el marco de la campaña propositiva que han diseñado, han optado por lanzar un guiño en favor de la igualdad, en empresas y organismos del Estado, para consolidar o acabar de atraer el apoyo de las mujeres.