28-M

El cambio climático, por fin tema estrella en unas elecciones

Tanto la vivienda como el cambio climático aparecen recurrentemente entre las preocupaciones de los ciudadanos en los últimos estudios del CIS

La sede del PP, manchada con pintura negra en una protesta de activistas climáticos.

La sede del PP, manchada con pintura negra en una protesta de activistas climáticos. / EFE

Daniel G. Sastre

El paréntesis electoral que empezó en noviembre de 2019, y que solo se ha interrumpido estos años con las autonómicas en Cataluña y Madrid (2021) y Andalucía y Castilla y León (2022), se empezará a cerrar este 28 de mayo. Antes de que lleguen las generales a final de año, en los comicios que renovarán los gobiernos regionales de la mayoría de los españoles se podrá tomar el pulso a la transformación de los mensajes electorales que ponen en circulación los partidos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está siendo pionero en este ámbito: en las últimas semanas ha dejado claro que dos asuntos que solían tener un protagonismo secundario durante los preámbulos de unas elecciones han ascendido ahora a la categoría de estrellas de la campaña. El primero es el problema de la vivienda; el segundo, como ha empezado a verse esta semana, los estragos del cambio climático.

Los dos son problemas que conciernen y movilizan en particular a un sector de la sociedad, el de los más jóvenes, y quizás por ahí haya que ir a buscar los motivos de su insistencia en ellos. Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), publicado este mes, Vox es el primer partido en intención de voto entre los jóvenes que, por edad, votan por primera vez este año, con más de un 20% de apoyo. Le sigue el PSOE, con cinco puntos menos. Tanto la vivienda como el cambio climático aparecen recurrentemente entre las preocupaciones de los ciudadanos en los últimos estudios del CIS, subraya el profesor de Ciencia Política de la UAB Oriol Bartomeus.

En este contexto, el Gobierno ha visto en el "error" del PP con Doñana un filón por donde recortar esa desventaja. En lugar de velar por la conservación de ese importante espacio natural, como han pedido reiteradamente entre otros actores la Comisión Europea, la Junta de Andalucía que dirige el popular Juanma Moreno impulsa una ley para regularizar los regadíos ilegales en el entorno del parque. Esa decisión ha provocado una incomprensión general que los socialistas piensan explotar durante la campaña.

Fin de la "bula" de Moreno

"Lógicamente, y más en periodo electoral, todo lo que te dé votos se aprovecha. Y esto además te acerca a un público joven y de izquierda", dicen fuentes del PSOE , que confirman que los estragos del cambio climático ejemplificados en la situación del Parque Natural de Doñana van a ser "uno de los temas de la campaña" de los socialistas en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. En el ámbito nacional, por esa naturaleza de asunto aglutinador del voto progresista; en el andaluz en particular, y aunque por ahora no esté en juego la Junta, porque supone el primer punto débil por el que atacar al presidente Moreno desde su "abrumadora" mayoría absoluta. "Hasta ahora parecía que tenía bula: no se había encontrado por dónde darle un bocado tan fuerte a su gestión. En esto se ve su soberbia y se constata su acercamiento a Vox", añaden las mismas fuentes.

Pero el PSOE no lo tendrá fácil para convencer a algunos electores de que su preocupación por el cambio climático se ha incrementado y es sincera. En una semana en la que activistas ecologistas han protestado cubriendo de pintura negra la sede central socialista y la del PP –en protesta por el apoyo de esos partidos a la industria cárnica-, Pedro Sánchez ha tildado de "atropello" la proposición de ley que impulsan los populares en Andalucía. "La preocupación por el cambio climático es una manera de situar al PP en la radicalidad. El mismo Alberto Núñez Feijóo que se vende como moderado y centrista aprueba con Vox lo de Doñana, ese es el mensaje. Pero el PSOE es tan ecologista como era hace cuatro o cinco años", sostiene Bartomeus.

Preocupación coyuntural

El politólogo recuerda que "el cambio climático forma parte del cóctel de propuestas de las izquierdas desde los 80 o los 90", pero admite que la reivindicación vive un momento dulce. "Los temas también dependen mucho de la agenda política y parlamentaria. ¿Por qué se habla tanto de la vivienda? Porque han aprobado una ley, y hay que sacarle rendimiento electoral", añade.

"Nosotros criticamos mucho que durante los últimos años el PSOE no se haya preocupado mucho de la crisis climática, más allá de las cumbres anuales de la ONU, y ahora lo use como arma para conseguir votos", afirma también Pere Joan Femenia, portavoz de Juventud por el Clima. La organización, "en consonancia con lo que defiende la ciencia", pide compromisos explícitos de todos los partidos, como que no se lleve a cabo el proyecto de gasoducto entre Barcelona y Marsella o que se reduzca en un 55% de cara a 2030 la emisión de gases de efecto invernadero. "Y también que se haga más partícipe a la población en los procesos de decisión en cuestiones climáticas", añade Femenia.

En cualquier caso, tanto el portavoz de Juventud por el Clima (cuya marca a escala global es Fridays for Future) como Bartomeus piensan que la influencia electoral del cambio climático no ejerce exclusivamente en la franja de menor edad. "Es algo de jóvenes y de no tan jóvenes", sostienen ambos. Y es cierto que en los últimos barómetros del CIS se detecta un aumento de la inquietud climática también entre los entrevistados de mediana edad, lo que apunta en la dirección de un cambio de paradigma.

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