Tras la pugna de Doñana

PP y Vox vuelven a disputarse el voto del campo con la sequía como arma frente al Gobierno

El partido de Feijóo trasladará el modelo andaluz, que consiguió arrebatar a Vox la bandera del campo en las autonómicas, para arrinconar a los de Abascal

Feijóo y Juanma Moreno en la feria de Mairena del Alcor.

Feijóo y Juanma Moreno en la feria de Mairena del Alcor.

Paloma Esteban / Isabel Morillo

La pugna política por Doñana y la sequía, convertida en uno de los ejes centrales del enfrentamiento entre el PP y el Gobierno de Pedro Sánchez, tiene detrás otra guerra de votos, la que libran en la derecha PP y Vox por las papeletas electorales del campo español. El centroderecha y la extrema derecha se enfrentan por la que ha sido hasta ahora, junto a los jóvenes, una de las grandes bazas del partido de Santiago Abascal, su penetración en el mundo rural.

La sequía tiene a un maltrecho sector primario asfixiado y en números rojos, y la guerra del agua, con trasvases en juego, siempre es asunto de alto voltaje político. Nadie duda de que el malestar irá en aumento. En ese contexto, el voto rural volverá a ser clave en las próximas generales, pero también el próximo 28-M.

Las distintas citas electorales habían confirmado hasta ahora una fuga de voto a Vox en las zonas rurales. El partido de Abascal encontró en el campo el caldo de cultivo perfecto y adaptó su discurso exactamente a lo que los agricultores quieren oír. En ocasiones, esa copia a la española del "America First" de Trump que entona Vox choca de lleno con las políticas de la UE en cuanto a las importaciones de terceros países o la PAC. No obstante, funciona.

El partido de Abascal logró su penetración en pueblos y agrociudades con una estrategia perfectamente diseñada y espoleada ahora por la sequía, antes por asuntos como la ley animal del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, la caza, la guerra de los precios o la ruina que llevan denunciando los agricultores desde hace más de dos años, con sonadas manifestaciones que han llegado hasta la capital de España.

La fórmula andaluza

Fue en las autonómicas de junio en Andalucía donde el PP pareció hallar la fórmula mágica para frenar ese ascenso de Vox. El PP andaluz desplazó a Vox en los 21 municipios donde había sido el más votado en las pasadas generales de 2019, cuando los de Abascal adelantaron al PP en cuatro de las ocho provincias andaluzas (Almería, Cádiz, Huelva y Sevilla). Las zonas rurales desplazaron a Vox como fuerza con mayor respaldo electoral y Juan Manuel Moreno se convirtió en el más votado incluso en áreas clave como el Poniente almeriense o Huelva.

La campaña del PP en Andalucía miró a los ojos de esos votantes y las promesas que entonces se hicieron a los agricultores tienen mucho que ver con el hecho de que Moreno haya decidido,

, tramitar la proposición de ley que ampliará las hectáreas de regadío en la corona norte del parque nacional.

Fue Vox, ahora borrado del pulso político, quien primero registró, tras decaer por las autonómicas, la proposición de Doñana y arrastró al PP a retratarse. En esa pugna los populares, que en semanas anteriores habían comunicado que metían en el congelador la proposición de ley para negociar con el Gobierno y ante el temor a Bruselas, se vieron empujados a no ceder de nuevo la bandera al partido a su derecha. De ahí, el giro de Moreno pese a la grave muesca en su reseña de político medioambientalista, moderado y comprometido con el cambio climático. Vox tumbó al presidente de la "revolución verde" de Andalucía.

Ahora el PP andaluz asegura que "la bandera del campo" es suya, que se la han arrebatado a la extrema derecha y, añaden sus dirigentes, que eso será "fundamental", no solo en Andalucía y en las municipales de mayo, sino en toda España mirando a las generales. El modelo del PP de Feijóo es mirar al campo español, más allá de Doñana, y la guerra del agua será plato fuerte de la campaña. Por eso el líder nacional asumió en primera persona la batalla por el Parque Natural frente a Pedro Sánchez.

Vox da por perdida Huelva

En la dirección nacional de Vox reconocen el pulso que les ha abierto el PP con los votos del campo. La semana que viene está previsto que también visite Huelva el portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, que junto a Santiago Abascal está llamado a ser el principal rostro de la campaña del 28-M. Sobre todo, porque el resto de dirigentes más conocidos (como Rocío Monasterio o Javier Ortega Smith) son candidatos a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid, respectivamente, y tendrán que centrarse en la capital.

Con todo, en el partido ultra asumen que el enfrentamiento abierto en torno a Doñana entre el Gobierno y el PP les deja fuera de toda posibilidad en esa provincia. La realidad es que los populares dan por segura la victoria en el Ayuntamiento y la Diputación de Huelva, según confirman fuentes de Génova. En Vox, sin embargo, advierten que la situación generada en torno al parque natural por la proposición de ley que ellos han apoyado en el Parlamento andaluz “es una pequeña arista” del campo español.

Dicho de otra manera, explica un alto dirigente: “Lo de Doñana no es representativo. El PP nos ha copiado la estrategia allí dando apoyo a los agricultores. Bienvenidos sean. Les puede salir bien, pero Doñana es una pequeña parte del campo y ese apoyo lo vamos a pelear”, zanja a este diario.

Hurgar en las contradicciones

De hecho, la estrategia del partido de Abascal para disputar al PP el elector de sectores como la agricultura y la ganadería pasa por someter al partido rival a sus “contradicciones”. El ejemplo más claro está en Murcia, probablemente el territorio donde los ultra mantienen una mayor consolidación. En las generales de 2019 Vox fue la fuerza más votada, adelantando al PP en 10.000 votos. 

Las autonómicas se juegan en otra clave distinta a la nacional, pero será en este mes de mayo cuando los ultra se examinen por primera vez en ese territorio. Y la apuesta será muy clara, confirman en la cúpula de Abascal, precisamente por la fortaleza que tiene el voto del campo. “¿El PP va a defender lo mismo que dice en Huelva para Murcia o para el campo de Valencia y Castellón?”, inciden dirigentes de Vox. “¿Puede decir lo mismo sobre el agua en una comunidad u otra? Porque nosotros sí lo vamos a hacer”, insisten, adelantando que buscarán poner al PP entre la espada y la pared.

La realidad es que Feijóo ha dado orden de mantener un equilibrio en la postura del debate sobre el agua, consciente de que en este momento provoca fricciones entre autonomías muy complicadas de resolver. El líder del PP promete impulsar un pacto nacional por el agua, con presupuestos propios para cada región afectada y "soluciones pactadas”. Hace unas semanas, Abascal apostó públicamente por mantener el trasvase del Tajo, defendiendo que el Levante debe tener el agua que necesita “por el esfuerzo de la tierra” que hace para todo el país.