LAS DOS PRIMERAS FUERON AUTORIZADAS

El Congreso niega a Belarra la tercera prórroga del voto telemático que pide por lactancia materna

La ministra, que en octubre dio a luz a su segundo hijo y que por ello viene votando telemáticamente desde septiembre de 2022, pidió en enero y en febrero sendas prórrogas mensuales para seguir votando así y fueron autorizadas; pero la que ha pedido para abril resultó denegada

Ione Belarra.

Ione Belarra.

Ángel Alonso Giménez

El pasado 9 de febrero se produjo una imagen en el Congreso completamente normal. El pleno aprobó la ley de bienestar animal, y después, la reforma del Código Penal para endurecer el castigo por maltrato a los animales. Acto seguido, los diputados y diputadas de Unidas Podemos se pusieron en pie y aplaudieron. Entre ellas, he aquí la imagen, Irene Montero e Ione Belarra

Pero la imagen no era normal. La ministra de Derechos Sociales, artífice del proyecto de bienestar animal que ese día fue aprobado en la Cámara Baja, había pedido a la Mesa del Congreso dos semanas antes, el 24 de enero concretamente, votar por canal telemático durante el mes de febrero. Según han informado a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, fuentes parlamentarias, alegó “motivos de maternidad y continuación del periodo de lactancia”. El órgano de gobierno de la Cámara dio su autorización. 

No sentó bien ver a Belarra aplaudiendo el resultado de la votación nada más terminar porque, a tenor de la petición de voto telemático que formuló, supuestamente no podía estar presente en el hemiciclo cuando hubiera que votar. Pero sí que podía. Estuvo el 9 de febrero durante las votaciones de esas leyes provenientes de su ministerio, pero no votó desde el escaño, que es a lo que da prioridad la Constitución y el reglamento de la Cámara. Belarra votó a través de la intranet del Congreso minutos antes.

Según las mismas fuentes, el 28 de febrero la ministra volvió a solicitar una prórroga del ejercicio del voto telemático hasta que acabara marzo. Se basó nuevamente en “motivos de maternidad y continuación del periodo de lactancia”. La Mesa repitió decisión: autorizada.

La secuencia cambió este pasado martes, 11 de abril. Belarra pidió de nuevo prórroga del ejercicio del voto telemático hasta final de mes. Según indican tres fuentes parlamentarias y ha podido comprobar este medio, que ha accedido al escrito de la diputada de Unidas Podemos, alegó esta vez “continuación del periodo de lactancia”. La Mesa ha rechazado la petición.

Lo ha hecho básicamente por dos motivos, según las fuentes. El primero es que recientemente los integrantes del más relevante órgano del Congreso se conjuraron para asegurar la presencialidad en las sesiones, y sobre todo, en las votaciones. Y la segunda es que el motivo concreto de la lactancia no está recogido en el reglamento como causa de autorización del voto por vía telemática, el cual, cabe insistir, ha de gestionarse siempre con carácter excepcional.

Los integrantes de la Mesa (tres del PSOE, entre ellas la presidenta, Meritxell Batet; tres de Unidas Podemos; dos del PP; y uno de Vox) manejaron un tercer criterio durante la reunión de este martes, han informado tres fuentes. Tiene que ver con el malestar que ha generado Belarra por ausentarse de las votaciones, pero no de los debates, a los que ha ido ocasionalmente. También ha hecho declaraciones a los medios y encuentros con periodistas en el pasillo del “orden del día”, que es como se llama el pasillo contiguo al hemiciclo.

Además, tal y como señala una fuente, si Belarra necesita ir al Congreso con su hijo y darle el pecho, dispone de un servicio de guardería y de salas de lactancia, dependencias estas últimas que se habilitaron hace más de años con motivo de la aprobación del Plan de Igualdad de las Cortes Generales.  

El secretario tercero de la Mesa, Javier Sánchez, diputado de Unidas Podemos y dirigente afín a Belarra, expresó su contrariedad por la decisión, pero apenas generó debate y el organismo parlamentario resolvió rápido el asunto.

Último voto presencial: 14 de julio

Belarra dio a luz a su segundo hijo el 20 de octubre de 2022. Dos días antes, la Mesa aceptó que votara telemáticamente, lo que, por embarazo, llevaba haciendo desde septiembre. El reglamento lo permite.

La última vez que la ministra votó presencialmente fue el 14 de julio del año pasado. Aquel día se votaron las propuestas de resolución derivadas del debate sobre el estado de la nación y la proposición de ley del grupo socialista, respaldada por Unidas Podemos, para modificar las mayorías del Consejo General del Poder Judicial.

Desde entonces, y sin contar la sesión del 25 de agosto y las de las dos primeras semanas de septiembre, pues entonces el Congreso se embarcó en la actualización del sistema electrónico de votación y no funcionaban los botones de los escaños, Belarra no ha parado de votar telemáticamente. Ha habido otra excepciones también duraderas, como la del exportavoz del PSOE y hoy ministro de Industria, Héctor Gómez, quien despareció prácticamente de la vida parlamentaria por un grave lesión de rodilla. Él empezó a ir al Congreso en marzo y a participar en las votaciones. 

Desde mediados del año pasado, cuando se dejaron atrás las limitaciones derivadas de la pandemia y del riesgo que generó para la salud pública (el voto telemático se generalizó), la Mesa del Congreso vigila los casos. Una fuente reconoce que ha habido mucha ligereza por parte de algunas de sus señorías. Llegaron a adjuntar informes médicos que no en realidad no eran. O eran valoraciones muy vagas de facultativos. Los grupos recibieron entonces un correo en el que se pidió extremar el cuidado. La razón fue la protección de la presencialidad.

Porque la Constitución dice en el artículo 79.1: “Para adoptar acuerdos, las Cámaras deben estar reunidas reglamentariamente y con asistencia de la mayoría de sus miembros”. Y añade en el 79.2: “Dichos acuerdos, para ser válidos, deberán ser aprobados por la mayoría de los miembros presentes (...)”. El reglamento del Congreso incide en ello. 

Ahora bien, la evolución de los tiempos propició una serie de cambios en dicho reglamento. El artículo 82.2 se modificó para desarrollar qué hacer con los diputados y diputadas que no pueden ir a votar por “casos de embarazo, maternidad, paternidad, enfermedad o situaciones excepcionales de especial gravedad”. En general, situaciones que impiden “el desempeño de la función parlamentaria”. El motivo de la ausencia ha de estar “suficientemente justificado”.

Recientemente, volvió a reformarse el reglamento para abrir el fino abanico del voto telemático a los diputados que se ausenten debido a viajes oficiales de las delegaciones parlamentarias o a actividades de representación institucional en el extranjero. De la lactancia, sin embargo, no se dice nada. 

El Estatuto de los Trabajadores regula en el artículo 37 las ausencias del trabajo para “el cuidado del lactante hasta que éste cumpla nueve meses”. Los funcionarios/as públicos se acogerán a esta regulación por lactancia hasta que el hijo/a cumpla doce meses. Sin embargo, a los diputados y diputadas no se les aplica el Estatuto de los Trabajadores. Se les aplica la Constitución y el reglamento del Congreso.