Visita el 30 y 31 de marzo

Sánchez y Xi cerraron en noviembre en Bali su cita en Pekín para estrechar relaciones

El jefe del Ejecutivo ve en la visita una oportunidad para conocer de primera mano la posición china sobre la guerra de Ucrania

El presidente español, Pedro Sánchez, y su homólogo chino, Xi Jinping.

El presidente español, Pedro Sánchez, y su homólogo chino, Xi Jinping. / Oscar J. Barroso / AFP7 - Archivo

Marisol Hernández

Xi Jinping y Pedro Sánchez pactaron el viaje del presidente español a China en la reunión bilateral que mantuvieron con motivo de la cumbre del G20 en Bali (Indonesia). Una entrevista buscada por ambos países y de la que se trató la conveniencia de una visita de Sánchez en 2023, fecha en la que se cumplen 50 años del estreno de sus lazos diplomáticos. Un aniversario que pretenden aprovechar para relanzar las relaciones entre ambos países. 

Fue a partir de ese encuentro, en noviembre del año pasado, cuando los gabinetes de los dos mandatarios se pusieron a trabajar para cerrar la cita. El Gobierno hizo público este miércoles que será la semana que viene, los días 30 y 31 de marzo. 

Es un momento singular,  justo después de que Xi Jinping haya estado tres días en Moscú para entrevistarse con Vladímir Putin. Una fecha, no antes de ese viaje sino ahora, que en la Moncloa quieren interpretar como un gesto de reconocimiento a España. Le concede, creen, una relevancia como país de peso en la Unión Europea, que todavía incrementará más la presidencia española de la UE del próximo semestre.  

Además, el periodo escogido, defienden, coloca al presidente en una posición "destacada" porque le permite conocer "de primera mano" la visión del mandatario chino sobre la guerra de Ucrania

Sánchez no ha ocultado el papel que China puede y debe jugar en este conflicto, por la influencia que tiene sobre Rusia y su posición de "actor relevante" mundial, para contribuir a poner fin a la guerra. Los chinos han elaborado un plan de paz de 13 puntos que en estos momentos cuenta con el rechazo de Ucrania porque no aborda la retirada rusa del territorio ocupado. El presidente ucraniano, Vlodormir Zelenski, ha presentado su propio documento de condiciones para acabar con el conflicto, que en el punto seis cita textualmente "la retirada de las tropas rusas y el cese de las hostilidades". 

Sánchez cree que hay que escuchar el plan de paz de Pekín para Ucrania

Vídeo: AGENCIA ATLAS Foto: Agencias

Voracidad comercial de China

Pero, aunque la propuesta de Zelenski cuenta con el aval europeo, el jefe del Ejecutivo ha defendido que para que pueda prosperar debe tener respaldo de la comunidad internacional más allá de la UE. Es irreal pensar que Sánchez pueda conseguir el apoyo de China -aliado de Rusia y no de Ucrania-, pero un conflicto de tanta relevancia mundial como el que ha provocado Putin tampoco conviene a la voracidad comercial de los chinos. 

En ese sentido, la visita puede servir a Sánchez para hacerse una idea de por dónde respira China. Una información que ahora podría parecer inocua pero que puede tener mucha importancia una vez que España asuma la presidencia de la UE a partir de julio. El Gobierno sabe que la guerra en Ucrania marcará absolutamente su mandato y que debe estar preparado para acontecimientos "inesperados".

Tres entrevistas

En Pekín, el presidente del Gobierno va a entrevistarse con las tres altas autoridades del Estado: el presidente Xi Jinping; el primer ministro Li Qiang y el presidente de la Asamblea Nacional Popular china, Zhao Leji; un protocolo habitual en las visitas de Estado y muestra de la relevancia que las autoridades chinas conceden a esta visita

El viaje tiene también un importante punto de vista económico y comercial porque Sánchez intervendrá en el Foro de Boao -el Davos de Asia- y se reunirá en Pekín con empresas españolas que tienen inversiones en China.

Este miércoles en Bruselas, antes del Consejo Europeo, el jefe del Ejecutivo destacó que es importante conocer la posición de China respecto a la paz, y recordarle que serán los ucranianos quienes establecerán las condiciones para la misma, que debe ser duradera. El presidente también trasladará en China el mensaje de que se ha de proteger un orden internacional basado en reglas y, por lo tanto, defender la integridad territorial de Ucrania.