Juicio en el TSJC

Los testigos afirman que Borràs fraccionó contratos pese al aviso de trabajadores de la ILC y de la Generalitat

La administradora de la Institució de les Lletres y dos interventores de la administración catalana advirtieron de que el procedimiento para adjudicar a Isaías Herrero determinados servicios no era el correcto y que se podía estar infringiendo "el marco legal"

Laura Borràs.

Laura Borràs. / EFE

J. G. Albalat

Los testigos que han comparecido este miércoles en el juicio que se celebra en el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) han dejado a los pies de los caballo a la presidenta de Junts, Laura Borràs, acusada de beneficiar a un amigo suyo, el informático Isaías Herrero, con el fraccionamiento de contratos cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes.

La que era administradora de esta entidad, Maria Assumpta Pagespetit, ha asegurado que fue Borràs quien decidió continuar con el fraccionamiento los contratos, a pesar de que ella le comunicó que consideraba que no era correcto, porque, a su entender, debería hacerse de otra manera (contrato negociado, en el que hay un proceso de diálogo para su concreción y posterior presentación de ofertas). La testigo ha subrayado que, en su opinión, todo el diseño de una nueva página web y el mantenimiento encargado a Herrero era un mismo servicio y habría que incluirlos en un solo contrato. "Borràs dijo que eran trabajos diferentes", ha puntualizado.

Un funcionario de esa entidad ha apuntalado su versión. Además, dos interventoras de la Generalitat advirtieron de que se "podía estar infringiendo el marco legal", ha rememorado Pagespetit. "No me gustaba lo que estaba pasando", ha admitido sobre la gestión de los contratos. "Estas irregularidades no me gustaban y no quería que se perpetuaran", ha insistido.

El funcionario de la Institució y subordinado de Pagespetit, Roger Espar, ha relatado que la Intervención de la Generalitat alertó de que en 2013 el "100% de los contratos" eran menores (como los de Herrero y de menos de 18.000 euros), un procedimiento que no "era lo más recomendable" porque debía haber "concurrencia pública o publicidad". En una reunión celebrada a principios de 2014, en la que Pagespetit y Espar participaron, las interventoras de la Generalitat advirtieron a Borràs de que la forma en que se estaba contratando "no era correcta". "Ella no estuvo de acuerdo con planteamiento que le hizo la interventora en esa reunión", ha aseverado el testigo.

Los audios de Borràs

En otro momento del interrogatorio, Espar ha alegado que Borràs le recriminó el porqué no le había avisado que los mossos se habían personado en la Institució preguntando por los contratos a Herrero. "Me ha llamado la secretaria general hace un par de horas diciendo que había un mosso preguntando por Isaías [Herrero]. Si vuelve a venir o una cosa de esas, avísame enseguida". Ese es el mensaje que le remitió la dirigente soberanista en febrero de 2018.

Pagespetit ha abierto durante su declaración otro frente y ha indicado que no se podía repetir adjudicatarios "año, tras año, e, incluso, en el mismo ejercicio presupuestario". Sin embargo, Borràs no lo cumplió, pues entre en 2013 y 2017 se contrató varias veces a Herrero y a empresas de su entorno, como las cooperativas Xarxa Integral o Freelance. "Todo el personal sabía que estas entidades estaban relacionadas con Herrero", ha espetado, y después ha subrayado: "Todos los trabajos los hacía Herrero", que era quien le entregaba todos los presupuestos. 

La testigo ha dejado claro que quien decidía la contratación era Borràs. Las instrucciones de la Conselleria de Cultura eran que en los contratos menores de hasta 18.000 euros se deberían presentar tres presupuestos. Ha recalcado que la exdirectora de la entidad tenía conocimiento de esas normas y que sólo se podía otorgar de forma excepcional una labor a una empresa concreta si se justificaba "muy bien" que era la única que podía realizarlo.

La fiscalía sostiene que en el caso de Herrero se entregaban dos ofertas "comparsa" y ficticias y una tercera real. Pagespetit ha sostenido que Borràs presentó directamente a Herrero como la persona que se iba a encargar de la creación de un nuevo portal de internet, una situación que le extrañó, pues ella creía que este trabajo lo podían hacer los informáticos de la Conselleria de Cultura. Los conceptos de los contratos, ha agregado, los precisaba la dirigente independentista. "Cada empresa nos tenía que enviar los presupuestos y no solo una persona", como hacía Herrero, que entregaba todos, ha asegurado.

Investigada cuando era 'consellera'

Los mossos que participaron en la investigación han relatado cómo empezaron las pesquisas. En un principio, se dirigieron contra Herrero por tráfico de drogas, pero a raíz de las averiguaciones se pusieron en la pista de que el informático podría estar implicado en otros delitos por su vinculación con la Institució de les Lletres. No fue hasta el 27 de noviembre del 2018, tras diversas entradas y registro y al hallarse determinados correos electrónicos, cuando se ampliaron las pesquisas a Borràs, que entonces era 'consellera' de Cultura y estaba aforada. Después, la jueza de instrucción traspasó la investigación a la Guardia Civil.

Uno de los agentes que participó en la operativa ha añadido que cuando ese mismo día entraron en la vivienda de Herrero y accedieron a sus 'emails' hicieron una búsqueda con las palabras "Institució, euros y Borràs", aunque ha descrito que estaban solo "recopilando" datos. Otro mosso ha excplicado que las herramientas que utilizaron para copiar los correos electrónicos incriminatorios no permiten modificarlos, dando al traste con la estrategia de los abogados de la dirigente soberanistas. En la quinta sesión del juicio, continuó el enfrentamiento verbal entre el presidente del tribunal, Jesús Maria Barrientos, y la defensa de Borràs.